El Ministro de Economía, Fernando Lorenzo, reconoció que se debe mejorar el marco de incentivos en la materia. Aclaró que si bien no son la única herramienta disponible, se tienen que utilizar correctamente porque implican recursos de la comunidad. El Director de Uruguay XXI dijo el jueves 15 de abril que en los próximos cuatro años nuestro país podría desarrollar un mercado adicional de US$ 2.000 millones por concepto de exportación de servicios.
Con la presencia, entre otros, del Ministro de Economía y Finanzas, Fernando Lorenzo, de la Representante del BID en Uruguay, Tracy Betts y del Director Ejecutivo de Uruguay XXI, Roberto Villamil, se realizó en el Centro Cultural Teatro Solís, el «Seminario Oportunidades en la Globalización de los Servicios: Una estrategia para los exportadores de servicios de Uruguay».
En la apertura del evento, Villamil indicó que se están dando las condiciones a nivel internacional para que la región se transforme en un foco de atención para el desarrollo de servicios vinculados a la industria del outsourcing ( tercerización o contratación de proveedores de servicios). El funcionario reconoció que las posibilidades que en esa materia ofrece Uruguay son muy buenas y existen algunos puntos a favor importantes que, en otras épocas, se consideraron una desventaja como, por ejemplo, la localización geográfica.
El titular de Uruguay XXI sostuvo que el hecho de que nuestro país esté a mitad de camino entre la costa oeste de los Estados Unidos y Europa o a 12 horas de distancia del sudeste asiático, también nos permite ofrecer servicios en línea las 24 horas del día. Villamil reflexionó que, «a pesar que se ha incrementado en los últimos tiempos, seguimos teniendo una relación costo-calidad de los Recursos Humanos muy competitiva con países de la región y contamos con una infraestructura pública y privada que ha venido mejorando y que se ha venido desarrollando con mucha fuerza».
Elogió que en nuestro país tenemos una buena plataforma de apoyo al desarrollo de este tipo de servicios integrada por una serie de instituciones públicas y privadas (Clemente Estable, LATU, INIA, ANNI y universidades, por citar algunos), además de polos industriales, la logística y plataformas comerciales y tecnológicas como Zona América, Aguada Park, Parque de las Ciencias y Parque Tecnológico de Pando. «Sobre todo tenemos talento y ese es uno de los puntos fuertes que hay para ofrecer», afirmó.
Villamil explicó que si se concentraran esfuerzos en algunas áreas como investigación y desarrollo en la industria farmacéutica, cuidados en salud, logística y proveeduría remota, educación y entrenamiento, y desarrollo de productos, estaríamos ingresando a un mercado que, para el año 2013, se estima en US$ 140.000 millones. «En los próximos cuatro años -ilustró-, podríamos estar desarrollando un mercado de US$ 2.000 millones de exportación de servicios. Imagínense lo que significa poder exportar adicionalmente esa cantidad por año para mejorar nuestra cuenta corriente y la calidad de vida de todos los uruguayos».
La vocera del BID, en nuestro país, dijo a continuación que «la inserción internacional de Uruguay es esencial para un crecimiento económico sostenible. En el caso particular de la industria exportadora de servicios se trata justamente de la posibilidad de crear empleos y exportaciones de alto valor agregado». Alentó a «exportar las mejores capacidades innovadoras de Uruguay al mundo pero sin la necesidad de exportar su gente, que es el activo más importante de este país».
Acto seguido, el Ministro Lorenzo enfatizó que Uruguay, «en su proceso de internacionalización y apertura tiene desafíos insoslayables. La cooperación entre los sectores público y privado es fundamental en nuestra internacionalización y en una estrategia que apuesta a la apertura». Acción en la que el instituto Uruguay XXI tiene un rol fundamental.
«Uruguay es una pequeña economía que tiene un creciente proceso de internacionalización de servicios. Entre un tercio y un cuarto de las exportaciones del país son exportaciones de servicios y se está expandiendo», consideró.
El Secretario de Estado aseveró que «muchos de los presentes trabajan hoy en proyectos internacionalizados, exitosos y que tienen mucho camino recorrido en esta materia. Esa experiencia que tiene el país hay que ponerla en clave de conocer el camino recorrido por los propios actores en términos de qué es lo que los ha llevado a creer en este tipo de iniciativas, a apostar por ellas, y cuáles son los aspectos que identifican que son necesarios de parte de las políticas públicas. La voz de quienes están en el terreno jugando el partido es muy importante en esta materia».
Durante su disertación, el Ministro Lorenzo se refirió con amplitud al tema de los incentivos a la actividad. Admitió, por parte del Gobierno y del propio Ministerio de Economía, que «debemos perfeccionar el marco de incentivos». Aunque aclaró que «lo que no tenemos que hacer es creer que el marco de incentivos es la única herramienta para el avance de este tipo de actividades. Los incentivos no tienen que ser la condición sine qua non para que estas actividades se desarrollen».
Argumentó que el equipo económico es «conciente de la relevancia que tienen los incentivos. Lo que queremos es utilizarlos de manera correcta y con el alcance necesario porque detrás de los incentivos están los recursos de la comunidad. Los incentivos son recursos de la comunidad la que, a través de sus gobernantes, le otorgan a determinadas actividades para que ellas se desplieguen. Por lo tanto, discutir de incentivos en forma transparente es hacerlo sobre el uso de recursos públicos».
Fuente: Presidencia de la República. www.presidencia.gub.uy