El ministro de Defensa Nacional, Luis Rosadilla reivindicó la participación de su Secretaría de Estado en áreas que aún no participa, y en ese sentido, reclamó la participación en la discusión sobre energía nuclear y en materia del cuidado del medio ambiente y en particular del agua.
Los conceptos de Rosadilla fueron expresados durante su primer concurrencia a la Comisión de Defensa Nacional del Senado el pasado lunes 22 de marzo.
“Reclamaremos la participación de este Ministerio en aquellas áreas en las que todavía no la tiene y entendemos que es importante que la Defensa esté presente. El Uruguay ha venido discutiendo, por ejemplo, sobre energía nuclear, y creemos que no es posible que esta Cartera no tenga una silla en ese debate”, manifestó Rosadilla.
El jerarca puntualizó que “sabemos que no debe ser un elemento central, pero no es posible que se esté debatiendo sobre energía nuclear y este Ministerio esté ausente. No se trata de un tema de estatus o de en cuántos asuntos vamos a participar, sino de que nos parece obligatorio”.
El nacionalista Sergio Abreu se refirió al asunto y expuso el ejemplo de Brasil.
“El Ministro de Defensa Nacional de Brasil -que estuvo aquí hace poco tiempo- nos habló de su visión regional, del proyecto del submarino nuclear y de todo lo que significa hoy, entre otras cosas, el yacimiento de uranio para Brasil, constituyendo esto un punto de referencia muy importante”, comentó.
Recordó del jerarca brasileño que “también mencionó dos generadores de energía nuclear, Angra I y Angra II, que van a 9 y tienen alrededor de 5.000 y 6.000 toneladas de uranio de producción, a los efectos de ser parte, también, de la producción hemisférica o sudamericana, más allá de las discrepancias que existan con relación al tema”.
Obviamente, dijo Abreu, “el Uruguay y las Fuerzas Armadas, así como el Ministerio de Defensa Nacional, no pueden estar ajenos a esta visión estratégica que tiene que ver con interconexión, relacionamiento, seguridad y, sobre todo, complementación”.
Medio ambiente
El secretario de Estado señaló que “también en una materia como el medio ambiente, que cada vez es más importante a los efectos del desarrollo nacional -implica generación, distribución y cuidado de la riqueza- creemos que es necesario que este Ministerio tenga una integración más plena”.
“Contamos con una formidable distribución del personal en todo el territorio del país, con una permanencia de trescientos sesenta y cinco días al año, las veinticuatro horas, y nos parece que el Estado debe utilizar inteligentemente ese enorme potencial para complementar tareas vinculadas al monitoreo, la advertencia y la intervención temprana ante elementos extremos -como ya se realiza en casi todas partes del mundo- pues si bien esos fenómenos no se pueden evitar, sí es posible mitigar sus efectos, ni que hablar en el orden de la vida humana, pero también en cuanto a las consecuencias económicas que estos acarrean”, dijo Rosadilla.
Asimismo, “en materia del cuidado del agua y de su utilización, creemos que el Ministerio de Defensa Nacional está llamado a jugar un papel particularmente importante. Conocemos la existencia de estudios, trabajos y avances muy interesantes que las Fuerzas Armadas per se han desarrollado durante muchos años y, aunque no sean perfectos, son aportes que el país no debe dejar de considerar a la hora de tomar decisiones”.
Rosadilla y Lacalle sobre el pasado
El ministro Luis Rosadilla y el senador nacionalista Luis Alberto Lacalle aludieron a los enfrentamientos del pasado en donde las Fuerzas Armadas fueron protagonistas y en donde aún permanecen heridas abiertas.
“También queremos expresar que compartimos totalmente las expresiones vertidas por el señor Presidente de la República y que las sentimos de la misma manera, en cuanto a que ni el Gobierno como un todo ni la sociedad ni quienes tenemos representación en ella o responsabilidad en su administración, debemos seguir haciendo pender nuestra política de diferencias y de enfrentamientos dolorosísimos, algunos todavía abiertos”, expresó Rosadilla.
El ministro sostuvo que “ellos no pueden ser un obstáculo o una carga hacia el futuro. Como sabrán los senadores, somos parte de esos hechos y no estamos ajenos ni somos autores neutrales, por cuanto podemos comprometer dos cosas: por un lado, brindar absolutamente todo el esfuerzo para que ello no suceda y, por otro, si alguna vez, por alguna razón que ahora no puedo estimar, cayéramos en la trampa de ingresar, a la hora de la política, en nuestras cuestiones del pasado, darles la tranquilidad de que sabremos dar un paso al costado, porque no estaríamos en condiciones de llevar esto adelante”.
Por su parte, Lacalle indicó que “compartimos en un todo las palabras pronunciadas por el señor Presidente de la República en Durazno y queremos decir que el período comprendido entre 1963 y 1984 es el que debemos borrar de nuestros recuerdos y memorias, por más que muchos de los aquí presentes los hayamos vivido con intensidad. Es ese período que debe desaparecer de todo trasfondo de análisis del tema de las Fuerzas”.
“No es tolerable”
La situación salarial de los integrantes será una prioridad en la gestión de Luis Rosadilla porque “en buena parte de los funcionarios del Ministerio de Defensa Nacional, en particular -pero no solamente- del escalafón subalterno de las Fuerzas Armadas, no es tolerable, no puede continuar de esa manera, no es digno para nuestro país y, sobre todo, no les permite vivir a quienes perciben esos salarios”.
“Ese es un problema gravísimo porque afecta a las personas, a sus familias, pero también afecta el desempeño de la función y el cometido que esas Fuerzas deben cumplir, que es absolutamente esencial para el país”, estimó.
Rosadilla precisó que “nosotros no tenemos una varita mágica y no podemos decir que va a haber un cambio radical en esa situación, pero el compromiso de todo el Gobierno y, en particular, de quienes aquí representamos al Ministerio es que, tanto a nivel del propio Presupuesto -obviamente, elemento central en este tema- como de las medidas internas en la Cartera, se haga lo posible y lo imposible para modificarla”.
Por tanto, “quiero poner el énfasis en que no nos queremos quedar exclusivamente en la situación salarial de un sector de funcionarios que están en la indigencia o en la pobreza extrema y que forman parte de uno de los elementos esenciales del ser nacional, porque también en la oficialidad los problemas salariales son importantísimos”.
Para Rosadilla, “no vamos a poder tener un nivel de profesionalización, de arraigo, de reclutamiento y de permanencia de personal de valía en nuestras Fuerzas si no transformamos los salarios de la oficialidad. Solo para que se tenga un indicio acerca de lo que estoy hablando, un Teniente de Navío actualmente gana, líquidos, alrededor de $ 16.000 o $ 17.000 por mes, con la capacidad que se le exige, los años de carrera que insume llegar hasta esa posición, etcétera, cuando en la actividad privada tendría compensaciones muy diferentes”.
Fuente Imagen: letras-uruguay.espaciolatino.com