Montevideo, 31 (ANSA). José Mujica se apresta a completar su primer mes como presidente de Uruguay (el jueves 1º de abril), en el que desarrolló una actividad intensa, con la visita a tres países mientras que, en lo interno, llamó a la «unidad nacional» a militares, abrió el diálogo con la oposición y avanzó en las prioridades de su gobierno, el segundo de la izquierda en el país.
Mujica asumió el primero de marzo la presidencia para un mandato de cinco años, el segundo del Frente Amplio y primero de un ex guerrillero tupamaro encarcelado durante la dictadura que asoló el país entre 1973 y 1985.
Dinamismo, pragmatismo y buenas relaciones con las fuerzas políticas fueron coincidentemente destacados por analistas y opositores en estos primeros 30 días aunque algunos hablaron de «falta de claridad» en las posiciones, mientras un sondeo de la firma Interconsult arrojó que 68% de los uruguayos consultados cree que Mujica hará un buen gobierno.
«Hay cierto consenso en que la agenda del presidente es muy razonable y pertinente», dijo a ANSA el politólogo Adolfo Garcé, quien subrayó el «dinamismo» de la actividad desarrollada por Mujica así como sus «múltiples señales de apertura y de buena voluntad hacia la oposición».
Garcé cuestionó sin embargo «cierta falta de claridad en cuanto a definiciones concretas en las políticas», como en el caso de la «reforma del Estado» y el prioritario programa de viviendas cuyas directrices mostraron marchas y contramarchas.
Mujica «ha definido un programa que entierra todos los tabúes históricos de la izquierda tradicional», opinó a su vez, requerido por ANSA, Julio María Sanguinetti, dos veces presidente por el Partido Colorado, conservador.
Carismático e informal, el nuevo gobernante desarrolló una actividad externa intensa, con un maratón de viajes que abarcó Chile, Bolivia y Brasil -la semana próxima irá a Venezuela- buscando consolidar lazos y explorar posibilidades de inversión, visitas que «marcan la prioridad que tiene América Latina en su concepción geopolítica», apuntó Garcé.
Entre los hechos del mes sobresale un llamado a la «unidad nacional» a los militares sin que ello represente, aclaró, un «punto final» al tema de la violación a los derechos humanos, ámbito en el cual ordenó una primera excepción a la Ley de Caducidad que amnistió a represores.
Decidió además promover una iniciativa para que presos mayores de 70 años cumplan prisión domiciliaria, incluidos los militares encarcelados, lo que fue objetado por dirigentes de los derechos humanos.
Una de cal y otra de arena pareció ser la consigna de Mujica, cuyas dotes negociadoras le reconoce la oposición con la cual instauró vías de diálogo para abordar temas nacionales como la posible radicación de la minera anglo-suiza Aratirí con una inversión de 1.500 millones de dólares.
En el futuro inmediato, en tanto, aparece como reto en el plano internacional el fallo del 20 abril de la Corte de La Haya por una papelera que derivó en una controversia con Argentina, la peor en décadas entre ambos países.
Fuente: Agencia ANSA. www.ansa.it
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