2009 fue un año de intenso trabajo para la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU), que conmemoró su aniversario número 80 y celebró la XIV Convención “Idea Vilariño – Mario Benedetti”, de la que emergieron importantes resoluciones. Según la ex dirigente Virginia Villalba, «el país no puede esperar mucho más por los cambios de la Universidad».
Gastón González -nuevo secretario de Comunicación- y Virginia Villalba -ex secretaria de Asuntos Gremiales- realizaron un balance de la convención y del después: cómo se posicionan los estudiantes en el proceso de reforma universitaria y cuáles son los objetivos a cumplir dentro del cronograma de trabajo que se plantea la Universidad para los próximos meses.
Virginia tiene 27 años, fue dos años delegada estudiantil en el Consejo Directivo Central (CDC), y luego formó parte de la Mesa Ejecutiva de la FEUU también durante dos años. Estudia Bioquímica, carrera que está finalizando. Gastón tiene 23 años y es estudiante de Economía. En este momento está terminando de rendir los exámenes de segundo año. Ambos son montevideanos.
¿En qué marco se desarrolló la última convención de la FEUU?
V: Las convenciones están fijadas cada dos años, pero las últimas han tenido una connotación bastante distinta en el sentido del proceso que está dando la Universidad. Se discute en relación a tres ejes: la organización de la Federación y los cambios que generamos, la coyuntura nacional y la Universidad. El primer fin de semana se realizan talleres y en los siguientes sesiones plenarias.
¿Qué podrían destacar de esta convención?
V: En primer lugar que se discutió absolutamente todo, no hubo nada que quedara por cuestionarse o por reflexionar. Además se avanzó con las posiciones de la FEUU relativas a la Reforma Universitaria. El movimiento estudiantil tiene una cosa muy buena, que es la renovación, pero que al mismo tiempo genera una dificultad muy grande, que es que no da el tiempo de consolidar algunas cosas porque las generaciones van cambiando muy rápido. Entonces la memoria de la organización a veces es muy escasa, y los procesos se pierden. En todo este proceso de la Reforma Universitaria hay que ir sumando compañeros, contagiando todo esto y comunicándolo. A veces en la cotidiana es difícil y en el ámbito de una convención se genera que muchísimo más compañeros se empapen de todos estos temas, y ese es un punto de avance.
G: Esta convención enfrentó la dificultad de elegir una buena fecha en medio de un año electoral. Nosotros preferimos los meses de marzo y abril porque son meses más tranquilos con el estudio, pero este año se daba que están las elecciones universitarias en marzo, y luego la elección del rector y también de algunos decanos, y se acumulaban muchos temas. Entonces, a pesar de las elecciones nacionales y de lo complicado que es diciembre para el estudio, preferimos hacerla sobre fin de año. Y en lugar de volver a revisar todas las posiciones, basarnos en las decisiones que ya teníamos.
Con respecto a las resoluciones, son específicamente un avance en relación a lo que ya teníamos resuelto, eso es algo muy interesante. Tal vez para saber qué piensa la FEUU sobre la Universidad, lo mejor sea no ver las resoluciones de esta convención como algo aislado, sino como una acumulación, como algo que se sumó a lo que ya teníamos y que además planteó ideas nuevas.
¿Están conformes con el nivel de participación?
G: La convención funciona con delegados, entonces para medir bien la participación habría que ir a cada centro de estudiantes a ver cuánta gente participó en la formación de esas posiciones que los delegados llevaron a la convención. Pero se funcionó siempre con un quorum bastante alto.
V: Se trabajó con alrededor del 70 por ciento del quorum. Pero no sólo vienen las delegaciones de cada centro sino también los estudiantes que vienen a acompañarlos, que además forman parte de las discusiones que se vuelcan en el plenario.
¿Cuáles fueron las discusiones más relevantes?
V: Las convenciones sirven también para hacer un balance de cuál ha sido el rol de la FEUU en el proceso que se da dentro de la Universidad. Creo que dentro de la Universidad el movimiento estudiantil es el actor de mayor relevancia, no sólo por tener una mirada más desinteresada sino también por la impronta que de por sí tienen los estudiantes. Nosotros comenzamos con una propuesta, en 2006, de 12 premisas para una reforma universitaria, que había que bajar a tierra y generar las bases para lograrlas. Hoy llegamos a un punto donde se han dado determinados cambios dentro de la Universidad, que también necesitan que sigamos poniendo piedritas arriba. Fue relevante la discusión sobre la reforma de la Ley Orgánica, que ya se había dado en 2008.
Lo que discutimos sobre enseñanza, investigación y extensión tiene que ver con esos cambios de orientación que se han dado en las funciones universitarias. Se discutió mucho sobre enseñanza, que es el área donde notamos mayor dificultad para llevar adelante los cambios, sobre todo por lo que significa dentro de la Universidad. Para nosotros la extensión ha sido siempre una bandera, pero en los últimos años hemos notado que el impulso que se le ha dado ha tenido sus frutos. En enseñanza ha costado mucho más, son procesos más largos y no se ven los frutos enseguida. En una organización estudiantil cuesta mucho ver las cosas que se van sucediendo en términos de proceso, porque uno propone y muchas veces ve los resultados cuando dejó de ser estudiante.
G: Algo que a todos nos llamó la atención fue la relevancia que tuvieron los temas de la Universidad en el discurso de todos los partidos políticos en la campaña electoral. Ello demuestra que son temas importantísimos para el desarrollo del país y que tenemos en nuestras manos la responsabilidad de llevar adelante los procesos de la mejor forma posible. La descentralización de la Universidad fue central en la campaña. Hubo bastante desconocimiento de lo que la institución ha estado haciendo en esa área, pero también se mostró una necesidad existente. Ese proceso tiene que hacerse de forma muy responsable, porque no importa sólo que la Universidad vaya al interior sino que vaya como una universidad de primera, para que realmente haya un desarrollo regional en el interior. Esa es una idea fuerza muy importante de la reforma. Las rigideces actuales plantean grandes dificultades para la descentralización. Por ahí hay una necesidad importante de impulsar cambios.
¿Cómo quedó formada la nueva Mesa Ejecutiva?
V: La mesa que se formó es sumamente joven, con un promedio de edad de 23 años. Además todas las secretarías ya están a cargo de sus responsables, algo que ocurrió en las últimas dos convenciones pero no pasaba anteriormente.
¿Bajar el promedio de edad fue intencional?
V: No, se dio así y es un rasgo saludable. Los compañeros que son candidatos a ocupar las responsabilidades centrales tienen que ser comprometidos, haber tenido un proceso de formación en sus centros de estudiantes y en la militancia dentro de la FEUU, compañeros en los que uno pueda depositar su confianza para que lleven adelante su trabajo. Se dio que en esta convención teníamos muchos compañeros que -aunque tienen 20, 21, 22 ó 23 años- ya tenían experiencia, habían trabajado muchísimo, con muchas ideas y con muchas ganas de impulsar este proceso de reforma.
La elaboración de una nueva Ley Orgánica de la Universidad se rige por un cronograma aprobado en diciembre por el CDC, ¿qué pasos seguirá la FEUU?
G: Desde la convención sabemos sobre qué ideas vamos a trabajar, y ahora tenemos que hacer un calendario de trabajo para llevar adelante esas posiciones. Ya empezamos a hacer algunos contactos para tratar de lograr un marco de acuerdo lo más amplio posible y empezar a ver qué es lo que quieren todos los actores de la Universidad para los cambios que se avecinan.
¿Creen que es posible cumplir con ese cronograma?
V: Si como colectivo no nos marcamos estas etapas de discusión, puede ocurrir que se vaya diluyendo la concentración en el tema. Es una realidad. El cronograma trata de marcar estas etapas para dar la discusión en determinados espacios. De hecho ya hemos discutido bastante sobre el cambio de la Ley Orgánica, y sin embargo pareciera que cada vez que el tema se pone sobre la mesa, empezáramos de cero. Eso también se relaciona con lo que decía sobre la memoria de las organizaciones. Por ejemplo, el encuentro que se hizo en Solís en 2008 fue muy destacable: haber convocado a casi 200 universitarios a trabajar durante dos jornadas enteras para discutir sobre Ley Orgánica y poner las primeras posiciones sobre la mesa fue muy importante. Pero ahora cuando uno discute sobre el tema y las diferentes posiciones, igual hay gente que te dice que necesita tiempo para discutir. El tema es que el país no puede esperar mucho más por los cambios de la Universidad. Todo el proceso de reforma, y el cambio de la Ley Orgánica en particular, tiene mucho que ver con lo que la gente está denunciando que el país necesita de la Universidad.
G: En este momento se está reuniendo la Comisión Interpartidaria para buscar acuerdos en educación. Cuando las discusiones sobre educación están sobre la mesa a nivel nacional, la Universidad no puede dejar de dar su opinión, es necesario ir a la vanguardia. Le corresponde, tiene esa responsabilidad. Tenemos el compromiso de sentarnos a discutir y de jugar un rol importante. Para eso tenemos que elaborar propuestas, para estar a la altura de las circunstancias. Entonces, los plazos son complicados, son muy exigentes, pero hay que hacerlo porque es realmente necesario.
¿Cómo está trabajando la FEUU?
G: Las comisiones están funcionando desde fines de enero. Por ejemplo, en la Comisión de Comunicación estamos empezando a trabajar: vamos a estar con una mesa en el tablado del Velódromo durante el Carnaval, haciendo contacto con los estudiantes. El Velódromo tuvo la buena disposición de darnos el espacio. Está dentro de los objetivos que nos marcamos en la convención buscar una mayor identificación de la Federación con los estudiantes. Queremos que vean que funciona a través de su colectivo, y nosotros simplemente tenemos la función de ejecutar resoluciones que se toman de forma democrática a través de delegados que traen las posiciones de cada centro. Que sepan también que, votando a sus centros de estudiantes en las elecciones universitarias, los están apoyando a ellos pero también están respaldando el trabajo de la FEUU. Queremos dar a conocer ese trabajo, ayudar a los centros y asociaciones a comunicar lo que hacen, qué es la reforma universitaria, qué es esto de la Ley Orgánica, qué planteos hemos hecho. Creo que es una linda oportunidad para hacerlo. También se está planificando la bienvenida a la nueva generación, todo el trabajo que hacemos de cara al Tocó Venir, apoyando a los centros de estudiantes en sus bienvenidas, y también al Programa de Respaldo al Aprendizaje (Progresa).
Fuente: Universidad de la República. www.universidad.edu.uy
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