La Secretaría de Asuntos Sociales del Partido Nacional (SAS) emitió una opinión respecto al impuesto IASS y las posturas asumidas por las fórmulas Lacalle-Larrañaga y Mujica-Astori.
“En estos tiempos electorales, vuelve al tapete el IASS (impuesto para la asistencia a la seguridad social). Las fórmulas presidenciables, se han pronunciado claramente: Mujica y Astori por mantenerlo y Lacalle y Larrañaga por derogarlo. En distintas circunstancias y momentos, importantes núcleos de jubilados se han pronunciado por rechazarlo. La Suprema Corte de Justicia en su anterior integración, el Fiscal de Corte, lo mejor de la doctrina en materia de Derecho de la Seguridad Social también han manifestado su desacuerdo con esa carga tributaria.
Las diferencias entre los hombres son las de los talentos y las virtudes como lo expresa la Constitución (art. 8). Es indudable que importan la voluntad, el hábito de trabajo, el espíritu de sacrificio, el deseo de superación y el cultivo de la vocación que se despierta en la juventud (la edad de los sueños y las rebeldías positivas). Son miles y miles los uruguayos que buscando concretar esos llamados, trabajaron y estudiaron años y años hasta alcanzar un título universitario. Otros, encontraron en el doble empleo la forma de elevar su nivel de vida. Y así lograron llegar a la vejez con dos jubilaciones, con ingentes sacrificios personales, incluso de sus familias y de sus fuerzas físicas, postergando muchas veces los tiempos de descanso. Y en ese estado, aparece en sus vidas, el a esta altura famoso IASS, sin previo aviso, sin posibilidades de volver a trabajar, sin permitirles disponer de sus ingresos para vivir una vejez apenas tranquila.
Más allá de la conformación genética, es indiscutible que quién más trabajó más desgaste ha tenido. Baste leer a calificados Geriatras nacionales como Rodolfo V. Tálice, Alberto Sosa Alvarez o William Paolillo, para ver el deterioro al que los años someten el organismo humano y los cuidados que deben tomarse para evitarlo. Y todo eso cuesta tratamientos, remedios, órdenes, tickets, traslados, etc.,etc., y más aún cuando se trabajó intensamente en la juventud y en la vida adulta.
En una reciente reunión de jubilados, alguien recordaba que en los trágicos tiempos en que mataron a Trotsky (1940), la famosa dirigente española Dolores Ibárruri (conocida como la Pasionaria), recordaba el viejo dilema, que algunos militantes de izquierda “sabían cómo destruir el capitalismo pero no cómo construir el socialismo”. En cierta forma, la situación de los jubilados tiene también algo de trágica. Se postula la equidad, la certeza, la credibilidad, el deseo de que venga gente a invertir al Uruguay. Nos preguntamos cómo reaccionará el inversor (que no sea golondrina) y que desea asumir su vejez entre nosotros, cuando se encuentre con que le gravan el fruto de sus aportes de toda la vida, previamente topeados desde la época del gobierno de facto. Esta no es la sociedad nueva que tantos pensaron encontrar en su vejez, el país para quedarse- Se destruyen las expectativas y no se da nada a cambio. Son miles y miles los que se preguntan hoy, cuál es “la fórmula” para encarar el futuro? …”
Dr. Carlos Sarthou.
Coordinador Sector Jubilados.
Ana De Vita.
Pro-Secretaria.