Uruguay, Chile y Costa Rica son los primeros tres países de América Latina con el mejor ranking sobre desarrollo democrático.
Argentina, por ejemplo, volvió a quedar sexta en el indicador que elabora anualmente la Fundación Konrad Adenauer, un rubro en el que sólo sale mejor parada que Venezuela y Bolivia.
El Índice de Desarrollo Democrático mide, a través de múltiples indicadores de organismos internacionales, cuatro «dimensiones»: la primera es la de las Condiciones Básicas para la Democracia, en la que no hay ranking y sin la cual los países no entran directamente al análisis. La segunda es la del Respeto a los Derechos Políticos y las Libertades Civiles; la tercera, la de Calidad Institucional y Eficiencia Política; y la cuarta, la de Ejercicio de Poder Efectivo para Gobernar.
Igual que en los últimos años, la Fundación evalúa que sólo tres países de la región tienen un alto desarrollo democrático: Chile, Costa Rica y Uruguay.
Varios países y el promedio regional mejoraron del 2008 al 2009, pero en su informe, la Fundación destacó que «el leve crecimiento (de algunos países) se produce sólo por un mejor comportamiento» en lo que hace a Derechos Políticos y Libertades Civiles en la que ocupa el cuarto lugar del ranking.