La empresa sueco-finlandesa Stora Enso y la chilena Arauco confirmaron al Gobierno uruguayo que construirán una planta de celulosa en la que se requerirá una inversión del orden de los 2.000 millones de dólares.
La decisión de ambas empresas, que formarán un consorcio para explotar la inversión, se produce meses después de que adquirieran la mayor parte de las operaciones de la española ENCE en Uruguay, incluyendo 136.000 hectáreas forestales y su proyecto industrial para construir una fábrica de celulosa en la localidad de Punta Pereira, departamento de Colonia, por 344 millones de dólares.
Esta inversión tendrá «un alto impacto» en la economía del país, al generar «3.000 nuevos puestos de trabajo» e implicará un crecimiento del 2% del Producto Interno Bruto.
Aún no se conoce el lugar donde se instalará la fábrica, pero tras la compra de las propiedades de ENCE en Uruguay, Stora Enso y Arauco se convirtieron en los mayores propietarios privados de tierra de Uruguay, con un total de 250.000 hectáreas. La decisión de construir la planta se produjo después de que el Frente Amplio logró la mayoría absoluta en ambas cámaras del Parlamento en las pasadas elecciones generales del 25 de octubre, por que así se garantizaría la continuidad de las pautas marcadas por el actual Gobierno.
La instalación de una nueva planta de celulosa en Uruguay se conoce mientras aún sigue viva la polémica entre ese país y Argentina por la instalación de la fábrica de Botnia.
Argentina denunció a Uruguay por haber violado el estatuto del río Uruguay firmado por ambos países al autorizar la instalación de la planta, a la que acusan de contaminar el río, ante el Tribunal de Justicia de la Haya, un extremo negado por el Gobierno de Montevideo.
Mientras el tribunal emite su veredicto, que se espera sea promulgado en marzo de 2010, piqueteros de Gualeguaychú mantienen bloqueado desde el año 2006 uno de los pasos fronterizo que une ambos países.