El día llegó. Este 25 de octubre es para casi 2 millones y medio de uruguayos con edad para votar, el mojón, la meta esperada, la jornada en la que muchos han depositado sus esperanzas, sueños y desvelos desde hace mucho tiempo. Por lo menos, desde comienzos de este 2009 en el que tímidamente se comenzaron a percibir los primeros temblores de la campaña electoral.
Es, la de este domingo, la sexta elección presidencial desde el retorno a la democracia en el año 1985. Desde entonces el país tuvo tres gobiernos de signo Colorado, uno Blanco y el actual de centroizquierda.
Las elecciones de este domingo encuentran al Uruguay con un PIB de 32.207 millones de dólares, una desocupación de 7 por ciento y una inflación anual de 6,89 por ciento, según los últimos datos disponibles.
La jornada electoral será seguida por una veintena de observadores internacionales. Además de los cargos electivos se incluye también la realización de dos plebiscitos en forma simultánea: uno para anular la ley de Caducidad, y otro sobre el Voto Epistolar para permitir en los comicios del 2014 que los uruguayos voten por correo sin necesidad de trasladarse al país para así hacerlo.
El candidato favorito en todas las encuestas es el oficialista José Mujica, con un caudal de preferencia que oscila, según las consultoras, entre 45 y 49%.
Ese caudal de votos le permite a Mujica un cómodo triunfo sobre su principal contendiente, el ex presidente Luis Alberto Lacalle, que recoge entre 28 y 32 por ciento de las preferencias.
Pese al favoritismo hacia Mujica, los sondeos apuntan a una segunda vuelta electoral a realizarse el último domingo de noviembre.
Las expectativas puestas en estas elecciones son muchas. Los uruguayos radicados en el exterior, fundamentalmente en la vecina Argentina, han superado en el arribo a lo ocurrido en las pasadas elecciones del 2004, según los directivos de la terminal de ómnibus de Tres Cruces.
Osvaldo Torres, jefe del control de la terminal de ómnibus internacionales dijo que se prevé un tránsito de alrededor 200.000 personas durante el fin de semana electoral.
¿Qué pasará a partir del lunes 26?. Para la sociedad uruguaya caben dos caminos: o el descanso electoral porque los guarismos comiciales no dieron lugar para un ballotage o la toma de carrera para el impulso necesario con vistas a una nueva elección a fines de noviembre. Lo cierto es que para todos los habitantes de este país debería sí ungirnos la sensación del deber cumplido, la satisfacción de regocijarnos con uno de los derechos más importantes: el de la elección.
Hoy, mañana y pasado seguiremos siendo “los” uruguayos, esa nacionalidad que –pese a todo- nos ayuda a reconocernos dentro y fuera de fronteras.
Por eso, lo primero, es enorgullecernos con lo realizado. Y segundo, el comprometernos ante nosotros y ante nuestros pares por un futuro mejor. Por una sociedad uruguaya más plena, más abarcativa y más solidaria
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