En la tarde de este jueves 10 de setiembre, una persona que había participado de un concurso abierto por un lugar en la plantilla de funcionarios de la Intendencia de Montevideo se encadenó frente a la sede comunal. Fue a título de protesta porque el hombre asegura que lo discriminaron por ser gordo.
Roberto Méndez pesaba 120 kilos cuando se presentó al puesto laboral en la Intendencia de Montevideo. Lo primero que le pidieron desde Recursos Humanos fue que bajara de peso, al menos que llegara a pesar 92 kilos para ser chofer de la comuna.
Se puso en campaña y bajó de peso, más de 20 kilos en el medio de mareos, desmayos y decaimiento. Pero el puesto que le habían prometido no se lo daban, por lo tanto, decidió protestar. Se instaló y se ató en frente al edificio de la Intendencia, en rechazo de lo que entendió como un acto de discriminación.
El presidente de Gordos Organizados del Uruguay, Luis Cherro, dijo que el intendente de Montevideo, Ricardo Erhlich, se contradice cuando realiza actividades contra la discriminación y luego no lo lleva estas acciones a la práctica. “Lo que más rabieta nos daba es que hace un par de días el intendente, con una suerte de suelta de palomas y papelitos, conmemoraban el Día de la Diversidad, del no a la discriminación. Este tipo de cosas no se condicen, el discurso con la realidad. En este caso fue una suerte que estos compañeros consiguieran algo que era de ellos, que habían logrado, pero tuvo que llegar al extremo de encadenarse para que se lo dieran”, señaló.
Cherro informó que finalmente el hombre consiguió el trabajo. De todos modos, reflexionó sobre lo que tuvo que hacer para conseguir algo que legítimamente le correspondía: “Tuvo que encadenarse en la puerta de la Intendencia Municipal de Montevideo, tuvo que aparecer la prensa y, a partir de ahí, vinieron las autoridades y le dieron un papel firmado en el cual dice que ingresaría a la Intendencia de Montevideo en un cargo que se lo ganó en forma legítima”, indicó.