Los vientos de la actual campaña electoral están soplando ahora muy fuerte y encima en contra del rostro del Frente Amplio. Incluso con garúa incluida que golpea como puñales. Tras una sucesión de declaraciones hechas por el candidato de la izquierda, José Mujica, calificadas como “infelices” en el mejor de los casos, le tocó el turno al presidente Tabaré Vázquez referirse a algunas de ellas.
Desde Nueva York, Vázquez fue este viernes 18 al mediodía y oportunamente consultado por el Canal 12 de Montevideo acerca del tenor de las últimas manifestaciones del candidato a presidente. Dijo que “algunas” de las polémicas declaraciones de Mujica aparecidas en el libro de reciente publicación “Pepe Coloquios”, son “estupideces” que no comparte. Además que le preocupa que el discurso del candidato oficialista no se esté enfocando en difundir la propuesta y el programa de la fuerza política que ambos integran.
Con una velocidad inusitada el candidato José Mujica publicó en la tarde de este mismo viernes 18 una columna en su sitio en internet “pepetalcuales” en donde afirma que está tomando dos cursos acelerados, uno «para aprender a callarse la “boca» y otro «para no ser nabo». Admitió haber realizado declaraciones al libro Pepe Coloquios y afirmó que lo engañaron y les confesó a sus adversarios que “disfruten” la fiesta que les está regalando, sostuvo con irónicas intenciones.
Bajo el título “nunca se es demasiado viejo para aprender”, Mujica aseguró estar tomando estos cursos acelerados para aprender “el callarse la boca”. Reconoció que todo lo que diga no sólo lo afecta a él, sino también a su fuerza política.
“Por tanto, las palabras tienen que ser sopesadas de otra manera y los juicios más meditados”, escribió.
Respecto al curso para “aprender a no ser tan nabo”, dijo que le parece increíble que a esta altura, y a su edad, “lo agarre un periodista con careta de compañero y lo tenga hablando durante 28 horas, en 14 reuniones de dos horas, de todos los temas del universo”.
Aclaró que, a la segunda reunión, “uno es medio amigo y habla con el tipo como si hablara con su hermano. Decís todo lo que se te pasa por la cabeza con absoluta ligereza, total son cosas destinadas a quedar entre él y vos. Porque se supone que el señor iba a escribir un libro sobre Pepe Mujica, no un libro con las conversaciones que mantuviera con él”.
Mujica dijo que en esa situación, “uno se da permiso para ser frívolo, cuenta bolazos, hace comentarios sarcásticos. ¿De que hablás 28 horas si no es bobeando con los defectos de los demás?”. Agregó que “todos somos malos con el mundo (cuando estamos) en privado y en confianza”
“Lo que más lamento es haber herido a algún compañero”, escribió Mujica. “Seguramente, lo que se publica es sólo lo negativo que pueda haber mencionado. Lo positivo, que también dije, quedará para los pocos que lean el libro entero. Pido disculpas y comprendo a quienes no las acepten”.
“Lo hecho, hecho está. Me engañaron alevosamente y perdí. Mis adversarios se hicieron una fiesta, ¡que la disfruten!”. «Pero vayan sabiendo que es la última vez que ocurre», concluyó Mujica.