En las últimas décadas a nivel mundial ha habido un aumento
indiscriminado de la forestación, provocando efectos sociales,
ambientales y económicos en las comunidades cercanas a estos
monocultivos. Tal es así, que organizaciones sociales, políticos,
escritores e investigadores de todo el mundo se han unido con el
objetivo de mostrar los impactos e impedir que la forestación siga
avanzando. Para esto se ha declarado el 21 de setiembre Día
internacional contra los monocultivos de árboles
http://www.guayubira.org.uy/plantaciones/monocultivos2009.html
Nuestro país no ha estado al margen de esta realidad y en la
actualidad los monocultivos forestales alcanzan a casi un millón
hectáreas entre plantaciones de eucaliptos y pinos, pertenecientes a
grandes empresas forestales, en su mayoría extranjeras. Estas
plantaciones han significado un uso de tierras agrícolas y ganaderas
y además han provocado cambios sustanciales en ecosistemas nativos de
nuestro país como las praderas y el monte indígena.
Gran parte de estas plantaciones gozan del sello de certificación
otorgado por el Forest Stewardship Council (FSC, Consejo de Manejo
Forestal) por considerar que cumplen con el mandato de ser
ambientalmente apropiadas, socialmente beneficiosas y económicamente
viables . ¿Es esto realmente así?
FSC y agrotóxicos en Uruguay
El FSC autoriza que en la producción de árboles se pueda hacer uso de
agrotóxicos, que incluyen herbicidas, funguicidas, insecticidas y
raticidas, así como también los surfactantes, dispersantes y
solventes utilizados en las distintas formulaciones. El FSC también
destaca que los productos químicos utilizados están registrados por
la Dirección General de Sanidad Vegetal del Ministerio de Ganadería
Agricultura y Pesca (MGAP).
El mayor uso de agrotóxicos que se utilizan en las plantaciones
forestales son los herbicidas y hormiguicidas. Los hormiguicidas son
fipronil y sulfluramida y cabe señalar que ambas sustancias fueron
incluidas en mayo de 2007 a la lista del FSC con el objetivo de
prohibir su uso en diciembre de ese mismo año. La inclusión a la
lista de sustancias catalogadas como peligrosas por el FSC estuvo
basada en el hecho de estar catalogadas como bioacumulables. En
noviembre del 2007, empresas forestales del Uruguay solicitaron una
excepción para continuar con su uso y el FSC aceptó su pedido, por lo
que al presente gozan de autorización para uso masivo y extensivo. (1)
Tanto el fipronil como sulfluramida son insecticidas altamente
persistentes en el ambiente, tienen efectos adversos sobre la salud
humana, no se descomponen naturalmente y pueden permanecer largos
períodos, incluso años, en el ambiente antes de desintegrarse. Pueden
acumularse en los tejidos humanos y animales.
De acuerdo a las cifras que maneja el MGAP, en el 2008 ingresaron al
país 111.580 kl/litros formulados y 6.323 kilos activos de fipronil,
en tanto que las importaciones de sulfluramida fueron de 103.681
kilos del producto formulado, a los que se sumaron 311 kilos de
principio activo.
Herbicidas en la forestación
En el 2005 el FSC incluyó al herbicida 2,4-D en la lista de
sustancias altamente peligrosas. El fundamento de su inclusión estuvo
basado por ser un hidrocarburo clorado. Estos compuestos permanecen en
el medio ambiente durante años, también son solubles en grasa y
tienden a acumularse en los tejidos grasos de la mayoría de los
animales, bioacumulándose en la cadena alimentaria desde el plancton
pasando por pequeños peces, pájaros y a los animales superiores
incluyendo al ser humano. A pesar de existir un amplio conocimiento
de los efectos negativos reconocidos por ellos mismos como tales, el
FSC removió de la lista al 2,4-D, permitiendo así su amplio uso.
En Uruguay, en las plantaciones forestales se hace uso masivo de
herbicidas, dentro de los que se encuentra el glifosato, que forma
parte de todo el proceso productivo, empezando con la eliminación de
malezas no deseadas en la preparación del suelo y terminando con la
eliminación de los rebrotes de los árboles cortados, para comenzar
así un nuevo ciclo de plantaciones acompañado del paquete de
agrotóxicos.
Estudios realizados sobre el glifosato han demostrado sus efectos
negativos en la salud de la gente y sus impactos en el ambiente.
Los bosques del FSC
Este 25 de setiembre, el FSC celebra el Primer viernes internacional
para celebrar los bosques de todo el mundo y para promover el manejo
responsable de los mismos .
Se trata entonces de una buena oportunidad para recordarle al FSC que
las plantaciones no son bosques. También es una fecha oportuna para
instarle a que revea las autorizaciones de uso de los hormiguicidas
fipronil y sulfluramida, así como del herbicida 2,4-D por ser
altamente contaminante. Finalmente, es un buen momento para instar al
FSC a que realice una evaluación de los impactos que están causando
las plantaciones forestales en nuestro país a nivel general y en
particular en relación al uso de los agrotóxicos, fipronil y
sulfluramida y muy especialmente los efectos del glifosato, tanto en
la salud de la gente como en el ambiente.
Si no fuese así, su visión de proteger los derechos y necesidades
de las presentes y futuras generaciones solo será un maquillaje verde
cargado de contaminación y destrucción de las comunidades donde estos
monocultivos se encuentran.
(1) Datos obtenidos del documento Anexo A – lista de químicos
facilitados por la empresa certificadora SGS.
RAPAL Uruguay.
Setiembre 2009.
—
Fuente: Grupo Guayubira
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