El Partido Socialista, sensible a la temática de la comunidad Armenia, que desde hace décadas forma parte de nuestra sociedad, ha recibido en la primera semana de este mes de setiembre de 2009, profusa información referida a la firma de dos protocolos propuestos entre Armenia y Turquía, que tienen por finalidad restablecer relaciones diplomáticas entre ambos países y el consecuente desarrollo de relaciones bilaterales.
Expresamos nuestro beneplácito cuando en cualquier parte de mundo los pueblos y los países recurren al diálogo y a la negociación para mejorar sus relaciones y superar situaciones críticas. En el caso de Armenia y Turquía saludamos este paso.
Entendemos que una negociación para ser considerada positiva debe estar guiada por el concepto de que las partes salen beneficiadas, pero cuando eso se da sólo para una de ellas, consideramos que, más que estar ante una solución se entra en un plano de nueva conflictividad. Hacemos votos para que ello no suceda y no abrimos opinión sobre reclamos, concesiones y abandonos de exigencias, que formarán parte de los puntos negociables.
Entendemos si, que como parte importante del pueblo uruguayo y formador de opinión en nuestra sociedad, el Partido Socialista considera su deber llamar la atención sobre el punto referido a la instalación de una comisión de historiadores con el objeto de revisar si existió o no genocidio del pueblo armenio en el oscuro período que va desde la caída del imperio otomano hasta los primeros años de la república de Turquía.
No es difícil deducir que para llegar a esta situación límite, en la que un país, su pueblo y su diáspora deben aceptar la exigencia de poner en duda su verdad histórica sostenida con pruebas, testimonios y documentos irrefutables de la que ellos mismos son el testimonio mas rotundo, hiere la dignidad humana.
No puede pasar inadvertido que esta disposición, en caso de aceptarse, introduce el principio de la duda y cuestiona una verdad sostenida a lo largo y ancho del planeta por millones de armenios victimas y descendientes de quienes fueron objeto del genocidio. Negar hoy o poner en duda ese hecho es continuar con el genocidio.
El Partido Socialista ha sido siempre receptivo a los reclamos del pueblo armenio y de nuestros conciudadanos que tienen ese origen y recordamos que el parlamento uruguayo, en el cual la izquierda era minoría, aprobó en el año 1965, por primera vez a nivel internacional, una ley reconociendo la existencia de dicho genocidio. Posteriormente y en varias oportunidades, ministerios, intendencias y el Poder Legislativo, han reiterado de manera expresa ese reconocimiento y hace apenas dos años el mismo Parlamento del MERCOSUR reconoció oficialmente la existencia de dicho genocidio. Avenidas, ramblas, calles, monumentos y espacios públicos en Montevideo y el resto del país también lo recuerdan. En Yerevan, capital de Armenia, se levanta un impresionante monumento con una llama votiva permanente que se cubre de flores todos los 24 de abril al conmemorarse la fecha de ese genocidio.
Hoy, las pruebas de la existencia de ese hecho, son mayores y mas abrumadoras, y como siempre el Uruguay ha estado y está al lado de los más débiles cuando son objeto de injusticia e inequidad Sin perjuicio de la forma en que se negocien los demás puntos de ese Protocolo entre Armenia y Turquia manifestamos nuestra solidaridad con el pueblo armenio y lo respaldamos en su esfuerzo por mantener la dignidad rindiendo homenaje a la Verdad y a la Justicia, afirmando que reconocemos la existencia del genocidio cometido contra el pueblo armenio.
Y en ese sentido llamamos:
Al Poder Ejecutivo nacional a reconocer el genocidio armenio
A todas las organizaciones sociales y políticas a manifestar su solidaridad con el pueblo de la República de Armenia en su lucha por la Verdad y la Justicia.
A apoyar la reivindicación del pueblo armenio sobre el enclave de Nagorno Karabagh y a presionar para que se tomen medidas que permitan la libre comunicación entre las poblaciónes de Armenia y de dicho territorio.
A la comunidad internacional para que haga suyos los reclamos del pueblo armenio de reconocer, sin vacilaciones, la existencia del genocidio, el primero sucedido en el siglo XX.
Eduardo Fernández
Secretario General
Manuel Laguarda
Secretario de Relaciones Internacionales.