El lunes 5 de octubre próximo quedará formalmente inaugurado el nuevo aeropuerto internacional de Carrasco.
Este proyecto, diseñado por el destacado arquitecto uruguayo Rafael Viñoly, lleva casi tres años de construcción con una inversión de 165 millones de dólares
Durante la construcción hubo algunas diferencias fundamentales entre la nueva terminal aérea y la que está operativa hoy día. El actual aeropuerto tiene unos 12.000 metros cuadrados edificados, mientras que el que el definido tendrá 45.000. En la actualidad circulan aproximadamente 1.200.000 pasajeros anuales pero la terminal nueva permitirá atender a 2.400.000 usuarios y también se cuadruplicará el número de mangas de acceso a los aviones.
Un gran techo de triple curvatura se extiende por casi 400 metros sobre toda la longitud del edificio. Su estructura interna está sostenida por un sistema articulado de elementos portantes que recorren el perímetro del edificio y a su vez sostienen la fachada vidriada. Esta cubierta posee un ancho máximo de más de 130 metros, y en su interior cobija los espacios del área de partidas, hall de check-in, y la terraza mirador. La cubierta cuenta con una superficie total que ronda las 4 hectáreas (40.000 metros cuadrados).
En el diseño arquitectónico se buscó generar grandes transparencias y una sensación de amplitud en los espacios públicos. Para lograr este concepto, la parte superior del edificio cuenta con una extensa y envolvente vidriada inclinada, de aproximadamente 8.000m2, la cual permite optimizar el uso de iluminación natural y brinda visuales abiertas hacia la plataforma y el predio aeroportuario. En la terraza mirador el concepto clave fue de brindar un espacio donde el pasajero y el público en general pudieran relajarse en un ambiente de tranquilidad.
El nuevo edificio del Aeropuerto está ubicado paralelo a la Pista principal la cual fue extendida a 3.200 metros de longitud, permitiendo así la operación de vuelos intercontinentales. Conjuntamente con la Nueva Terminal se construyó una plataforma para aeronaves para realizar el embarque y desembarque de pasajeros por medio de cuatro mangas telescópicas directamente al edificio, las cuales podrán atender desde una aeronave pequeña como el CRJ-900 hasta un Boeing 747-400.
La Nueva Terminal se desarrolla en dos niveles principales, con vialidades diferenciadas y dedicadas para los flujos de arribos y partidas respectivamente. Veredas generosas proveen espacio para el descenso y ascenso de pasajeros, desde automóviles particulares, taxis y autobuses. Esta disposición con niveles independientes permite crear espacios exclusivos para partidas y arribos, evitando cruzamientos de pasajeros y público