En poco más de un año el Centro de Atención a Víctimas de Violencia Doméstica de Paysandú atendió 411 casos, realizó 1.167 entrevistas y hubo unas 118 consultas telefónicas mensuales. La víctima más frecuente es la mujer y la forma de violencia más común contra ella la física, seguida de la patrimonial y la psicológica y simbólica. La violencia física y sexual es más frecuente también contra las adolescentes mujeres que contra los adolescentes varones, niñas y niños, según la estadística de la institución.
«Los números impactan mucho hasta a nosotros mismos, pero es una realidad sobre la cual como ciudadanos debemos tomar conciencia y las instituciones continuar trabajando más coordinadamente, porque es fundamental tener una única mirada en este tema». Así expresó a EL TELEGRAFO la coordinadora del referido centro de atención, asistente social María Inés Horta, en la edición del domingo 9 de agosto.
El proyecto de centro de atención fue presentado y ganado en cuatro distritos del Presupuesto Participativo 2007 y gestionado por la Agencia de Desarrollo Social de Paysandú y «el 15 de junio pasado era la fecha de finalización del proyecto que, gracias a una buena administración de la Agencia de Desarrollo logró extenderse hasta fines de julio», explicó Horta al destacar «la dedicación y compromiso permanente del equipo de trabajo y la importancia del trabajo en red».
CONVENIO CON INMUJERES
A efectos de continuar brindando este servicio a la comunidad, es de vital importancia un convenio entre la Agencia de Desarrollo Social y el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), dependiente del Ministerio de Desarrollo Social en el marco de un proyecto denominado «Servicio Especializado a mujeres en situación de Violencia Doméstica».
Si bien este nuevo proyecto permitirá continuar el trabajo del centro, existe preocupación en cuando a que, debido a su formato, excluirá la atención de los hombres, niños y niñas en situación de violencia doméstica, en tanto que tampoco contempla la continuidad del trabajo de los operadores que hasta el momento han venido trabajando con mucho éxito en los barrios y el interior departamental sanducero. «El rol de los operadores es fundamental porque son quienes van a los barrios y el Interior, constituyen un referente en la zona, la gente los conoce y existe más confianza», dijo Horta.
«Este nuevo proyecto tiene un formato que se ha ido multiplicando en varios departamentos, pero al llegar a Paysandú se encontraron con que ya estaba trabajando comprometidamente en el tema, que es un departamento innovador en cuanto a la atención de esta problemática y hoy por hoy pensamos que si bien va a dar respuesta perderemos la atención a los hombres y niños, dado que se limita a las mujeres». La actual coordinadora del centro continuó la explicación al referirse a la nueva realidad que se plantea, aspecto que fue motivo de preocupación de varias de las instituciones y técnicos que participaron recientemente en una sesión extraordinaria del Consejo Económico y Social –del cual depende la Agencia de Desarrollo Social–.
Como posible solución, la Agencia de Desarrollo Social elaboró un proyecto para la próxima edición del Presupuesto Participativo, para lograr financiación que permita seguir contando con los operadores y complementar de esa manera la forma de trabajo que se instrumentará con Inmujeres.
EL CENTRO
El Centro de Atención a Víctimas de Violencia Doméstica de Paysandú, ubicado en Sarandí 1231, funciona de martes a viernes de 13 a 17, en tanto que la atención en cuatro zonas de la ciudad (Sur, Chaplin, Santa Mónica y Cruzada de la Caridad) se realiza a demanda.
Las localidades atendidas en el interior departamental son Lorenzo Geyres, Quebracho, Tambores, Guichón, Casa Blanca, San Félix, Esperanza, Porvenir, Piedras Coloradas, Zeballos, San Javier y Young. Cuenta con un equipo de trabajo integrado por tres operadores, una abogada, un psicólogo, una estudiante avanzada en Trabajo Social, un administrativo contable y una coordinadora.
LAS CIFRAS
En los últimos 13 meses el Centro atendió 411 casos de violencia doméstica. De ellos, 256 fueron contra mujeres, 36 involucraban adolescentes mujeres, 36 niños, 32 niñas, 19 hombres, 16 adolescentes mayores, 14 adultos mayores mujeres y dos adultos mayores hombres. También fueron atendidos 23 victimarios (5 mujeres y 18 hombres).
Del total de casos, 249 fueron atendidos en el centro, 120 en las diferentes zonas de trabajo, 40 en el interior departamental, 1 en Montevideo y también se atendió, vía telefónica, un caso de personas radicadas en el exterior (Estados Unidos).
Las consultas telefónicas ascendieron a aproximadamente 118 por mes, de las cuales un 90% correspondieron a mujeres y un 10% fueron realizadas por hombres.
En cuanto a las entrevistas, 851 fueron realizadas por los operadores, 136 por el psicólogo, 58 por la funcionaria especializada en Trabajo Social y 122 por la abogada del centro.
En el interior se atendieron 13 casos de violencia doméstica en Zeballos, nueve en Lorenzo Geyres, siete en Quebracho, cuatro en Guichón, tres en San Félix, tres en Piedras Coloradas, dos en Tambores, dos en Esperanza, dos en San Javier, dos en Young, uno en Casa Blanca y una en Porvenir.
TIPO DE VIOLENCIA
La forma de violencia que ha motivado más intervenciones del Centro de Atención es la violencia física seguida de la violencia patrimonial, psicológica y simbólica, y por último la violencia sexual.
En cuanto a la violencia física, han sido atendidos 100 casos de violencia contra la mujer, 39 contra adolescentes y jóvenes mujeres, 38 contra niños, 19 contra niñas, 19 contra adultos mayores mujeres, 14 contra adolescentes jóvenes varones y tres contra adultos mayores varones.
La violencia patrimonial afectó a 79 mujeres y 17 adultos mayores, en tanto que la violencia psicológica y simbólica fue ejercida en 63 casos contra mujeres, 15 contra adolescentes y jóvenes mujeres, nueve contra adolescentes y jóvenes varones, cuatro contra niñas y tres contra niños. Los casos de violencia sexual atendidos fueron 37 contra mujeres, 21 contra niños y 17 contra niñas. Además, el total de involucrados en el círculo de la violencia ascendió a 127 niñas, 137 niños, 32 adolescentes varones y 39 adolescentes mujeres.
Hubo 10 denuncias de abuelas por maltrato de sus padres a niños y cuatro por maltrato a niñas, siete embarazadas víctimas, cuatro hombres víctimas, ocho personas con capacidades diferentes víctimas de violencia doméstica (cuatro mujeres y cuatro hombres). Asimismo fueron atendidos un total de 43 casos de padres de menores (33 madres y 10 padres) que incumplieron los deberes inherentes a la Patria Potestad.
Los casos llegan al Centro por la iniciativa propia de los involucrados o por derivaciones de ONG, centros educativos, CAIF, Socat, el Hospital, entre otros, así como articulaciones y coordinaciones con diferenes organismos públicos y organizaciones no gubernamentales.
«Estamos en un proceso de aprendizaje en el cual todos debemos comprometernos más -personal e institucionalmente- y buscar que la red sea realmente más efectiva para dar respuesta a este tema», puntualizó la coordinadora del Centro.
Fuente: Diario El Telégrafo de Paysandú. http://www.eltelegrafo.com
Hola: Mira yo estoy en usa, y mi padre abusa de mi madre verbalmente y tambien a golpes. ella no lo ha denunciado, tienen el 78 anios y ella 72, ella tiene miedo de perde lac asa y tood loq ue ha trabajdao. Hay algo q
Si, claro que hay cosas para hacer, ella tiene DERECHOS que le corresponden, y por más adultos que sean nunca es tarde para comenzar de nuevo, nadie le puede quitar lo que es de ella, que consulte con gente especializada, hay centros que están dispuestos a ayudarlos.
SOY ABUELA Y YA ESTOY AGOTANDO LOS RECURSOS PARA AYUDAR A MIS NIETOS . NO ME SIENTO RESPALDADA POR LA JUSTICIA .