El Senado italiano aprobó hoy una ley sobre seguridad, promovida por el gobierno de Silvio Berlusconi, que prevé el delito de «inmigración ilegal» y permite la formación de grupos civiles que harán rondas e informarán a la policía sobre situaciones de peligro.
La medida había sido aprobada en mayo por la Cámara de Diputados. La ley, que entrará en vigor cuando se publique en la Gaceta Oficial del Estado con la promulgación del presidente, Giorgio Napolitano, ya fue condenada por la oposición, las organizaciones de defensa de los derechos humanos y el Vaticano.
Esta nueva ley, que castiga la inmigración ilegal con una multa entre 5.000 y 10.000 euros y con la expulsión inmediata, fue aprobada en el Senado con un voto de confianza pedido por el gobierno. Este procedimiento impide, de hecho, que los parlamentarios debatan los artículos antes de la votación.
Cuando esta ley se haya promulgado, los extranjeros deberán exhibir el permiso de residencia en Italia para poder inscribir un hijo en el registro civil. La norma fue criticada por muchas asociaciones temerosas de que en Italia se dé el fenómeno de los «niños invisibles» para los hijos de inmigrantes sin permiso de residencia.
Por otro lado, la nueva ley prevé hasta tres años de prisión para quien alquile una casa o una habitación y obtenga un «injusto beneficio» de inmigrantes sin permiso de residencia.
También prevé que el Ministerio del Interior instituya un registro de los pordioseros sin residencia fija. Del mismo modo, según la nueva ley, será posible constituir asociaciones de ciudadanos que, inscritas en listas especiales, podrán realizar rondas de vigilancia para informar a las fuerzas de policía sobre situaciones de malestar social o de peligro