Un informe de una organización no gubernamental ecologista vinculada a las Naciones Unidas asegura que Argentina «es un país que ambientalmente está en rojo» debido a que «el gobierno nacional y la mayor parte de los provinciales siguen facilitando la instalación de las actividades más contaminantes de la Tierra».
Según el documento que publucó este domingo 7 de junio el diario Crítica, la destrucción del ambiente «ha sido tan violenta» que la Argentina «ya perdió más del 80% de sus bosques nativos, la biodiversidad sigue en picada y colapsan las poblaciones de peces y de árboles de maderas duras».
El biólogo Raúl Montenegro, titular de la Fundación para la defensa del ambiente (FUNAM), criticó el desarrollo de actividades como la minería de gran escala y las plantaciones de soja que utilizan «masivamente plaguicidas» en un momento en el que el país «muestra su resistencia ambiental más baja». Esta coincidencia, agregó Montenegro, es «es letal» y «ya provocó tragedias repetidas como las de Tartagal», donde un alud de barro arrasó gran parte de la ciudad salteña a fines de 2008.
«La Argentina es un país que ambientalmente está en rojo. Peor aún, cuando surge una ley nacional para evitar que la destrucción siga, como la de glaciares, el Poder Ejecutivo la veta», comentó.
El presidente FUNAM, una organización con status consultivo en las Naciones Unidas (ONU), difundió un informe con motivo del el Día Internacional del Ambiente, que se celebró el viernes.
El anterior y el actual gobierno argentino sostienen con su inacción los cortes en los puentes que unen Uruguay con Argentina que llevan adelante auto proclamados movimientos ecologistas que protestan con la instalación de una planta procesadora de celulosa en nuestro territorio.