Por considerar que no estaban usufructuando las ondas radiales como lo establece la ley, el gobierno intimó a unas 100 emisoras comunitarias a que dejen de emitir
La mayoría de las radios a las que no se les permitirá la transmisión practican proselitismo político o religioso, según la óptica del gobierno.
Entre las radios a las que se le impidió su transmisión se encuentran varias radios vinculadas a iglesias barriales y otras pertenecientes a partidos políticos en el interior del país.
En todo el país existen 413 radios en la clasificación de comunitarias.