La jirafa macho Lucero murió el sábado 16 de mayo a la hora 15.30 horas, como consecuencia de una obstrucción digestiva derivada de la ingesta de restos de cuerdas y bolsas.
La imprudencia de visitantes, que desconociendo las advertencias ponen al alcance de los animales elementos nocivos y peligrosos para su salud, le costó la vida a este ejemplar de once años, la primera jirafa nacida en Uruguay.
Lucero nació en 1998, luego de un gran esfuerzo de los funcionarios del zoológico. Lucero no podía nacer por estar trabado en el canal del parto de su madre. La actuación de veterinarios y cuidadores permitió destrabarlo, con maniobras que implicaron riesgo para personal. Durante un año los funcionarios lo cuidaron con gran esmero: fue criado con mamaderas y recibió atención medica permanente debido a múltiples patologías, que obligaron a realizarle una intervención quirúrgica.
El zoológico cuenta en toda su extensión con recipientes para residuos. También existen carteles que invitan al público a no alimentar a los animales y depositar los residuos donde corresponde. El incumplimiento de estas indicaciones hace que una vez más haya que lamentar la muerte de un animal, que en este caso se había convertido en símbolo del zoológico.