Una pregunta a quien corresponda: ¿a ninguna autoridad se le ocurrió potencializar el clásico chivito uruguayo como mascarón de proa de eventos turísticos internacionales?. Posiblemente, luego de un destacado artículo aparecido en un diario norteamericano el chivito no vuelva a ser el mismo en Uruguay.
Un periódico del Estado de Flórida, en Estados Unidos, publicó una crítica sobre el clásico plato nacional. «El sándwich nacional del Uruguay» -dice el informe- «es una comida completa en un pan, que no sólo satisface el hambre, sino que la toma por la garganta y la sacude hasta que pide compasión».
Incluso, asombrados por el valor energético del suculento refuerzo (para nosotros) y por la innumerable cantidad de ingredientes, el periodista norteamericano se anima a «mandar al payaso a dar un paseo», en referencia clara al ícono de las hamburguesas estadounidenses: Ronald McDonald.
«Un chivito -continúa abundando la crítica de la prensa norteamericana- para aquellos que son tan desafortunados que nunca hincaron sus dientes en uno, es el sándwich nacional de Uruguay, una especie de desayuno-almuerzo para el tipo de hombre o mujer que abordaría a Ronald McDonald en un estacionamiento, le robaría su peluca y lo golpearía con una de sus enormes y estúpidas botas» describe magistralmente el cronista dando a entender que ¡cómo hemos podido vivir hasta ahora sin un chivito uruguayo!.
Un chivito al pan en los restoranes de las principales ciudades de Flórida se vende a un promedio de 8 dólares
El «destructor del hambre», es una buena opción señala el periodista en su crónica.