El deslumbrante departamento de Maldonado, en Uruguay, que además de poseer el principal balneario del país, tendrá en poco tiempo más la primer casa con fachada de titanio.
Sí, ese metal que cada día se cotiza más y que los gobiernos de las potencias mundiales se disputan como antes lo hicieran por el oro y la plata.
Haciendo excepciones a la regla que hasta ahora no han sido muy conocidas, la Intendencia Municipal de Maldonado, en cuyo frente se encuentra el frenteamplista Oscar de los Santos, autorizó a que el multimillonario noruego Alexander Vik construyera su casa con dimensiones «especiales» en la zona de José Ignacio, frente a la playa Mansa.
La casita de veraneo de Vik tendría un costo final de unos 10 millones de dólares.
El proyecto está a cargo del arquitecto uruguayo Carlos Ott, el mismo que diseñó la Torre de Antel en Montevideo y la pirámide de cristal del Louvre, en París. Se levantará sobre 4.201 metros cuadrados en el padrón 902 de la manzana 35.
El proyecto edilicio no cumple con los parámetros en materia de longitud máxima de fachada en la planta alta, de 16 metros, por ello la resolución del intendente concedió la autorización con «carácter precario y sin derecho a indemnización».
Ya se la nombra como «la casa de titanio». El titanio es un metal considerado seminoble, utilizado por la industria aeroespacial y militar. El titanio se utiliza también en relojería, joyería y, debido a su biocompatibilidad es utilizado en prótesis corporales.
El titanio, de mayor dureza que el acero y de peso relativo significativamente más liviano, tiene gran resistencia a la corrosión, y posee gran capacidad de soportar condiciones extremas de frío y calor.
No es la única inversión de Alexander Vik en Punta del Este. Este verano quedó inaugurado su hotel-estancia de 1.500 hectáreas a ocho kilómetros de José Ignacio. El casco de esta estancia presenta también características curiosas. Como un homenaje del noruego a la tierra uruguaya que eligió, varias habitaciones están revestidas de cuarzo, ágata y amatistas. Y cada cuarto está decorado por un artista plástico uruguayo.
El precio de una noche en alguna de las dependencias de esta exclusiva estancia turística ronda los US$ 750.