«¿Donde estoy?», preguntó ayer Oscar Vidal, el motociclista atropellado el viernes en la ruta interbalnearia por la ministra de Salud, María Julia Muñoz, al recobrar el conocimiento en el CTI del Hospital de Clínicas tres días después del accidente, consignó el diario El País el martes 14 de abril.
«No se acordaba de nada. Todavía estaba mareado. Le contamos qué le pasó, dónde estaba, pero él todavía no recuerda el accidente», contó a El País William Vidal, hermano del accidentado.
Cuando le contaron que quien lo había embestido fue la propia ministra de Salud, Oscar no tuvo ninguna reacción especial. «Es que fue un accidente, le podría haber pasado a cualquiera», sostuvo su hermano.
No llamó. Lo que sí les llama la atención a los familiares es que ni la ministra ni sus allegados se haya acercado hasta el Clínicas o al menos se haya comunicado con ellos para interiorizarse sobre el estado de salud del motociclista atropellado.
«Todavía no nos ha llamado a ninguno de los familiares que estamos con él en el hospital. Escapa a mi conocimiento si ha hablado directamente con los médicos», señaló William.
«Yo no digo que venga especialmente la señora Muñoz; pienso que por una cuestión humanitaria podría haber mandado a alguna persona cercana al Ministerio de Salud para interiorizarse, ponerse a las órdenes. Eso es lo único», agregó.
William destacó que afortunadamente su hermano «está bastante recuperado» y dijo que los médicos monitorean su evolución antes de decidir los tratamientos a seguir. Por causa del accidente, Oscar quedó con coágulos en su cerebro. «El médico nos dijo que ingresó en un estado muy grave, pero en estas 72 horas ha mostrado una mejoría muy favorable, no vamos a decir que va a salir caminando, pero por suerte lentamente va mejorando: ya lo desentubaron», resaltó William.
En un principio se había manejado la posibilidad de intervenirlo quirúrgicamente; eso todavía no está ni confirmado ni descartado. Los médicos van a esperar unas 24 a 36 horas a ver cómo evoluciona al paciente antes de tomar una decisión.
El accidente se produjo a la hora 20 a la altura del balneario Cuchilla Alta. Según Policía Caminera, el motociclista circulaba sin las luces correspondientes, y además tenía enganchado un trailer a su moto, una Yumbo 125.
Para William hay una cosa que es clara: «mi hermano tenía su moto en plenas condiciones, estaba en regla. Desde las luces hasta en los papeles. El carrito estaba pintado de blanco y con dos ojos de gato atrás», subrayó.
Además, agregó que el carro enganchado era «bajo y jamás tapaba la luz de la moto. Lo único que podía obstaculizar la luz sería el fierro que engancha el carro, pero eso sería sólo una franja», señaló el familiar del motociclista y resaltó que el accidentado recorre ese trayecto de la ruta en forma muy frecuente y que conoce el lugar «como la palma de su mano».
«No sé si él tuvo una imprudencia, no estuve en el lugar. Pero no es de correr y menos con el carro enganchado», argumentó el hermano, aunque desestimó por el momento la posibilidad de iniciar acciones legales.
Ayer la jueza Adriana De los Santos reiteró a Policía Técnica que envíen toda la documentación sobre el accidente. Una vez que esté disponible ese material, se podría resolver la citación de testigos y a la ministra.
Fuente: El País Digital. http://www.elpais.com.uy