Uruguay ya padece los efectos del calentamiento global, asegura un informe del Banco Mundial. Según el documento, hay una agudización de las extremas variaciones del clima que ya se manifestó en la grave sequía que azotó este país en los últimos meses.
Pese a ser uno de los países de la región con una de las matrices energéticas más limpias y contar con una economía de baja intensidad de emisiones de carbono, Uruguay afronta episodios meteorológicos extremos como consecuencia del cambio climático que afecta a la totalidad del planeta.
La alteración de los patrones de precipitaciones constituye, «como ha ocurrido también en el sur de Brasil y Paraguay», uno de los efectos observados por el Banco Mundial en el informe.
Según su autor, John Nash,»los últimos episodios climáticos ocurridos en Uruguay, como por ejemplo la sequía más intensa que se haya registrado en las últimas décadas y las lluvias torrenciales que se han padecido, forman parte de una tendencia climática general en América Latina».
Nash, economista líder de América Latina y el Caribe del BM, auguró durante la presentación del estudio que habrá «desastres naturales más frecuentes y más fuertes» en la región, es decir, «más sequías, más lluvias torrenciales, más vientos y mayores tormentas de granizo».
Sin embargo, el estudio subraya que un desarrollo con menos emisiones de carbono «es posible en Uruguay», pues el país posee «un gran potencial de mitigación en el sector agropecuario, asociado al despliegue de prácticas agropecuarias mejoradas, así como a medidas para mejorar el almacenamiento de carbono en los suelos o en la capa vegetal».