Sociedad Uruguaya

Uruguay y Chile: mirando el modelo forestal frente al espejo

Una vez más organizaciones sociales chilenas denuncian* que el «modelo forestal» chileno –tan utilizado por gobiernos y empresas como ejemplo para promocionar los monocultivos forestales a gran escala en otros países de la región– sigue ocasionando grandes impactos ambientales, sociales y culturales.

 

Este «modelo forestal»  viene acompañado de otro «modelo», y es el de los impactos ocasionados por la plantación en gran escala de monocultivos de pinos y eucaliptos –con destino a la exportación y a la producción de celulosa– que también hemos venido documentando y denunciando las organizaciones ambientales y productores rurales en Uruguay.

 

Algunos ejemplos denunciados por las organizaciones chilenas son:

 

– la pérdida de fuentes de agua

«la pérdida de fuentes de agua asociada a las plantaciones forestales se debe a varios factores, pero el principal es el elevado consumo de agua de estas especies para crecer rápidamente, tal como lo necesita la industria. Dado que se trata de extensas plantaciones creciendo a un ritmo muy acelerado, los impactos sobre el agua se vuelven cada vez más graves, llegando hasta la desaparición de manantiales y cursos de agua, como sucede en las provincias de Arauco, Región del Bio Bio y de Malleco y Cautín, Región de la Araucanía, donde entre los meses de Diciembre a Marzo las comunidades no tienen agua, y los municipios deben surtir con camiones aljibe a las comunidades, asumiendo un costo que es responsabilidad de las empresas forestales».

 

– la erosión de suelos,  la pérdida de nutrientes y el uso de agrotóxicos

«la grave erosión que afecta a los suelos que son «reforestados» es cada vez mayor, la pérdida de nutrientes hace que los suelos sean cada vez menos productivos, considerando además las grandes cantidades de agro-tóxicos que se utilizan para controlar las plagas que se desarrollan en este tipo de monocultivo. Esto hace que los suelos ocupados por las plantaciones queden inutilizados para cualquier otra actividad».

 

– el fomento de la actividad forestal en desmedro de la actividad campesina

«las comunas con las mayores superficies de plantaciones, presentan los menores índices de desarrollo humano del país, así como las tasas de migración más altas, llegando a tasas de crecimiento poblacional negativo en algunas comunas. Sin mencionar los graves impactos a las economías locales y la disminución en la producción de alimentos para el país».

 

– la generación de empleos precarios y con dificultades de sindicalización

«la precariedad de los empleos del sector forestal no justifican seguir con la destrucción que las plantaciones han generado. En Chile hay 133 mil trabajadores forestales, de ellos, sólo entre el 25 y 30% tiene contrato permanente; el 82% se encuentra bajo la línea de la pobreza; la subcontratación ha dificultado la generación de derechos colectivos».

 

En Uruguay vemos como lamentablemente se aplica este «modelo». Sólo a modo de ejemplo hacemos dos reflexiones: Río Negro, uno de los departamentos más forestados y con una mega-fábrica de celulosa, es el departamento con mayor desempleo del país. En Soriano, donde la forestación impactó gravemente sobre el agua, se pasó de 14 familias a las cuales se les llevaba agua en camiones cisterna en el año 2000 a un total de 200 familias en la actualidad.

 

Las organizaciones sociales chilenas afirman que: «este Modelo Forestal es responsable de incrementar la pérdida de suelos agrícolas, disminuir y desaparecer las fuentes de agua subterráneas y superficiales, sustituir el bosque nativo, destruir la forma de vida y la cultura de las comunidades».

En Uruguay, organizaciones sociales y productores rurales reiteran un llamamiento a suspender la forestación y exhortan a que el problema de la tierra, su tenencia y la producción familiar ocupe un lugar central en las agendas de todos los partidos políticos**.

Situaciones similares se dan en todos los países del Sur donde se siguen promoviendo los monocultivos de árboles a gran escala. ¿No será hora de que los representantes de gobierno de cada uno de estos países escuchen estas voces?

 * ver al final de esta nota la declaración pública que llega desde Chile

** ver http://www.guayubira.org.uy/comunicados/forestacion2008.html  

Por más información: http://www.guayubira.org.uy – 410 0985 / 413 2989

 DECLARACION PÚBLICA

 Temuco, 17 de enero de 2009. Con motivo del recién anunciado incremento transitorio de los  beneficios del Decreto Ley 701 de subsidio a las Plantaciones Forestales y conociendo los profundos impactos ambientales, sociales y culturales de éstas, Organizaciones reunidas en Temuco en el Foro- Taller: Implicancias de las Plantaciones Forestales en el Cambio Climático, la Desertificación y la Sequía declaramos lo siguiente:

 El Decreto Ley 701 es el principal instrumento de un modelo  forestal que ha contribuido a una apropiación injusta y  desproporcionada de la tierra, que se ha expandido sustituyendo  Bosque Nativo y ocupando suelos agrícolas de buena calidad para  dejarlos inutilizados. Se crea en 1974, en época de dictadura militar, lo que propició la ocupación de territorios del Pueblo mapuche, monopolizándolos en 2 grandes grupos económicos: El grupo familiar Matte (CMPC) y el grupo Angelini (Copec – Arauco – Celco).

 La ley de fomento forestal nace con el objetivo de recuperar los  suelos dañados, sin embargo lo que en realidad incentiva es el  monocultivo industrial intensivo y extensivo, no la reforestación de predios degradados. El tipo de plantaciones que se está promoviendo es nefasto. En el caso de las plantaciones chilenas no existe recuperación de suelos, el resultado de más de 30 años de aplicación de este modelo se caracteriza por:

Primero, la grave erosión que afecta a los suelos que son  «reforestados» es cada vez mayor, la pérdida de nutrientes hace que  los suelos sean cada vez menos productivos, considerando además  las grandes cantidades de agro-tóxicos que se utilizan para controlar las plagas que se desarrollan en este tipo de monocultivo. Esto hace que los suelos ocupados por las plantaciones queden inutilizados para cualquier otra actividad.

 Segundo, la pérdida de fuentes de agua asociada a las plantaciones  forestales se debe a varios factores, pero el principal es el elevado consumo de agua de estas especies para crecer rápidamente, tal como lo necesita la industria. Dado que se trata de extensas plantaciones creciendo a un ritmo muy acelerado, los impactos sobre el agua se vuelven cada vez más graves, llegando hasta la desaparición de manantiales y cursos de agua, como sucede en las provincias de Arauco, Región del Bio Bio y de Malleco y Cautín, Región de la Araucanía, donde entre los meses de Diciembre a Marzo las comunidades no tienen agua, y los municipios deben surtir con camiones aljibe a las comunidades, asumiendo un costo que es responsabilidad de las empresas forestales.

 Tercero, la sustitución de suelos agrícolas y bosque nativo. El  fomento a la actividad forestal se desarrolla en desmedro de la  actividad campesina, no existiendo políticas relacionadas con la  recuperación de suelos agrícolas, es decir para la vida de las  comunidades afectadas. Los incentivos a la actividad forestal  provocan pobreza, las comunas con las mayores superficies de  plantaciones, presentan los menores índices de desarrollo humando  del país, así como las tasas de migración más altas, llegando a tasas de crecimiento poblacional negativo en algunas comunas. Sin mencionar los graves impactos a las economías locales y la disminución en la producción de alimentos para el país.

 Cuarto. La principal justificación de la medida anunciada por la  presidenta Bachelet, es el incremento del empleo, sin embargo la  precariedad de los empleos del sector forestal no justifican seguir con la destrucción que las plantaciones han generado. En Chile hay 133 mil trabajadores forestales, de ellos, sólo entre el 25 y 30% tiene contrato permanente; el 82% se encuentra bajo la línea de la pobreza; la subcontratación ha dificultado la generación de derechos colectivos. La posición política del Gobierno solo demuestra los niveles de sometimiento y corrupción del poder público a estos grupos económicos.

 Los recursos que se entregarán frente a la crisis económica, se  suman a otros subsidios que el gobierno entrega a las forestales. En Octubre recién pasado, el gobierno, a través de InnovaChile de CORFO, anunció la entrega de 3000 millones de pesos a un Consorcio Tecnológico Bioenercel formado por las 3 grandes empresas forestales – Arauco, CMPC, Masisa- las Universidades de Concepción, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y la Fundación Chile – para investigación de la producción de biocombustibles de segunda generación. Esto además del apoyo y compromiso otorgado por el gobierno para plantar 1.000.000 hectáreas más en 10 años.

 En definitiva, este Modelo Forestal es responsable de incrementar  la pérdida de suelos agrícolas, disminuir y desaparecer las fuentes de agua subterráneas y superficiales, sustituir el bosque nativo, destruir la forma de vida y la cultura de las comunidades, por lo tanto:

 Rechazamos que estas decisiones -que afectan a muchos territorios y comunidades- se tome de manera bilateral entre el gobierno y las grandes empresas forestales, excluyendo a las comunidades que viven el flagelo de la expansión de las plantaciones.

 

 

 

Acción por los Cisne Valdivia

Attac – Santiago

Comunidad Mapuche Huilliche Pepiukelen, Pargua Calbuco

Comité Agua Potable Rural, Isla Quihua, Calbuco

Comité Ambiental «Aguas Azules» de Calbuco

Comunidad Indígena Julia Santibañez LLankel, Comunidad de

Futrono

Comunidad Lorenzo Quilapi, Keuke – Los Sauces

Consejo Comunitario de Melipeuco

Corporación Unión Araucana, Padre Las Casas

Federación de Estudiantes Universitarios, Valparaíso

Feministas Autónomas, Santiago

Huequecura Libre, Santa Bárbara

Junta de Vecinos rural, Pivadenco – Los Sauces

Konun Traytrayko (Pto. Saavedra- Temuco)

La Araucana Tren tren, de Carahue

Lof Rewe Kayulfe, de Toltén

Nguallen Pelu Mapu, Los Sauces

Observatorio Ciudadano

Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales OLCA.

Organización Comunitaria Protectores de la Tierra – Nguallen Pelu

Mapu, Los Sauces

R.A.D.A. Temuko

Red de Acción por la Justicia Ambiental y Social – RAJAS

Red de Bosque, Curarrehue.

Salvemos Cobquecura.

Territorio Lifko Melipeuko.

Werken del Consejo de Loncos de Río Bueno.

www.mapuexpress.net   

 

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Grupo Guayubira.

Maldonado 1858.

Montevideo 11200 – Uruguay.

tel: 413 2989 – fax: 410 0985.

http://www.guayubira.org.uy

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