Ante la sensible y sostenida baja en el precio del petróleo, el diputado Álvaro Delgado (Soplan Vientos Nuevos) considera conveniente que los combustibles bajen de una forma considerable (entre 14 y 15%), pero sobretodo, que el gasoil lo haga más fuertemente frente a las naftas, ya que entiende se debe dar un respiro a los sectores productivos, que vienen siendo duramente afectados por la crisis global y la sequía.
Para Delgado, «esto va en la línea de lo que esta pidiendo el gobierno: que se trasladen a la gente la rebaja de los precios internacionales de los commodities».
En la rebaja realizada a principios de diciembre de 2008, el ente estatal declaró tener un precio del crudo de referencia de U$S 58. Si fijara la nueva referencia tomando el promedio del WTI de diciembre esto sería U$S 41 (o sea una rebaja de 29%), agregó.
Por tanto, «siempre siguiendo el razonamiento de considerar únicamente los datos divulgados por ANCAP, considerando los costos fijos, márgenes, etc y un tipo de cambio promedio en diciembre de $ 24,30, el nuevo precio de los combustibles en enero debería ser un 15% menor que los actuales».
Abogó por «bajar proporcionalmente más el gasoil que las naftas atendiendo las dificultades del sector productivo, provocadas por la crisis y acentuadas por la sequía».
El seguro de precio
Delgado recordó que «ANCAP contrató un seguro de precio que fija un máximo a pagar de USD 95 el barril y un mínimo de USD 54, con un costo mensual fijo de USD 2,50 por barril».
«Este seguro rige a partir de enero y por seis meses, para medio millón de barriles de crudo por mes. La operación que en otro contexto podía resultar adecuada, hoy tendrá un enorme costo para ANCAP», dijo el legislador.
En ese sentido, «el costo fijo mensual es de U$S 1,25 millones por mes (2,50 por 500.000 barriles), o sea U$S 7,5 millones en los seis meses del contrato».
Pero «mucho mayor aún es el costo que implica pagar el precio mínimo cuando el valor internacional está por debajo. Si el precio se mantuviera en el promedio de diciembre, o sea U$S 41 el barril, la empresa petrolera pagará U$S 13 de más por cada barril, que si lo multiplicamos por los 3 millones de barriles asegurados en los seis meses, da una pérdida de U$S 39 millones».
En resumen, señaló Delgado, «un negocio redondo con una pérdida total de U$S 46,5 millones si se mantienen las actuales condiciones».
Aludió a que el directorio de ANCAP «ha declarado que tomó la decisión de contratar el seguro basado en informes de la OPEP y de consultoras internacionales, que indicarían proyecciones de precios por encima de los U$S 100 el barril, que todavía esperamos conocer y aún no los han enviado al parlamento, del mismo modo que ocurre con el contrato de seguro».
Asimismo, «hoy parece bastante improbable que se pueda llegar a los valores mencionados, por lo que no solo no se debe utilizar el rango de precios del seguro para fijar el de los combustibles, y si el de mercado, sino también se debería tener en cuenta una posible rescisión del contrato».