El Observatorio Nacional sobre Violencia y Criminalidad, presentó su primera publicación denominada «Panorama de la Violencia, la Criminalidad y la Inseguridad en Uruguay». El estudio permite conocer la realidad que viven los uruguayos en torno a estos temas, así como la construcción de herramientas para superar las diversas situaciones de violencia, apostando a construir una sociedad donde trabajar y vivir en paz.
Esta publicación, explora la evolución de la violencia y la criminalidad en el Uruguay de los últimos 20 años, por ejemplo, dónde y cuándo han crecido los delitos, cuál es el perfil básico de las víctimas de los hechos más graves, cómo se vinculan estas tendencias con los principales indicadores del modelo de desarrollo, así como que evaluación puede realizarse del comportamiento de las instituciones que dan soporte a las políticas de seguridad.
La Ministra del Interior, Daisy Tourné, agradeció al Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo por su apoyo incondicional, e hizo hincapié en que no existían datos, previos a la asunción de este Gobierno, por lo que se podía discutir sobre seguridad, pero no sobre datos exactos que ofrecieran el marco científico que corresponde.
El Representante Residente del PNUD, Pablo Mandeville, sostuvo que esta presentación, es el fruto de un largo proceso de trabajo de un equipo de técnicos muy destacados en la materia, bajo la dirección del sociólogo Rafael Paternain.
Aquí se registra la evolución de los principales delitos en nuestro país, la percepción de inseguridad medida a través de encuestas de opinión pública, así como un análisis institucional del Ministerio del Interior, es decir, cuál es la característica de la fuerza encargada de combatir y enfrentar los problemas de delito.
El trabajo revela distintas fuentes de información, que muestran que este es un tema central desde el punto de vista social y político. En términos generales, desde el año 2005 hasta ahora, el Uruguay ha mantenido muy estables los delitos, aunque en niveles altos. El pico se registró en el año 2005 y no hubo un retroceso significativo, sino que hubo una estabilidad. En este contexto, se destaca la rapiña (el robo con violencia), delito que crece desde el año 95 y hasta ahora sin solución, y la violencia doméstica. Es de subrayar que actualmente, hay más denuncias de violencia doméstica que de rapiñas.
Cabe acentuar, que los homicidios son muy estables, las tasas aún son muy bajas, los copamientos son casi marginales, muy pocos en el año, así como los delitos sexuales, que tienen muy poca incidencia.
En resumen, los delitos más acentuados en este informe, son los de rapiña, de violencia doméstica y todos lo delitos de violencia no delictiva, en los cuales se trabaja e inciden en el país de forma muy fuerte, como son los suicidios y los accidentes de tránsito.
En la publicación, se da a conocer también, que en el lapso de 20 años, el número de procesamientos primarios no aumentó, sino que fundamentalmente se ha ido incrementando el porcentaje de procesamientos reincidentes.