«La MONUC no hace casi nada, son meros observadores y cuentan con unos medios técnicos y humanos muy pobres, casi de vergüenza», declaró en la ciudad de Goma, la capital de la provincia oriental de Kivu Norte, Juanjo Aguado, religioso católico español que trabaja en un proyecto educativo del Servicio Jesuita para los Refugiados, según la agencia española de noticias, EFE.
Para él, «lo único que hacen bien» los militares de la MONUC, «es el control de la ciudad de Goma, porque los soldados que están en el campo, completamente aislados, son indios y paquistaníes que desconocen el terreno, la situación y, por supuesto, el idioma».
En esa área se encuentran también los militares uruguayos.
«No tienen una idea general de la situación y falta claridad en el mandato de la MONUC», agregó Aguado, al tiempo que explicaba que «se trata de una guerra a fuego lento, con combates todos los días en algún lugar, entre grupos armados que campaña por toda la región de Kivi».
Sobre el alto el fuego declarado el pasado 29 de octubre por los rebeldes tutsis congoleños del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP), recordó que «es unilateral, ellos mismos no lo respetan y los otros (el Ejército y las milicias locales mai-mai) no lo aceptan». El CNDP, que lidera Laurent Nkunda, declaró el alto el fuego después de haber ocupado gran parte de Kivu Norte y situarse a las puertas de Goma, y posteriormente se ha retirado de diversos frentes a la espera de unas negociaciones con el Gobierno, presidido por Joseph Kabila, que promueve Naciones Unidas.
«Soy defensor de las fuerzas de paz, pero no así, porque cuando la situación se pone muy caliente ponen la tapa, pero no logran apagar el fuego», concluyó el jesuita español.