En esa oportunidad seleccionamos el artículo del senador Eleuterio Fernández Huidobro que bajo el título “Volvió la Guerra Fría” publicara el diario La República.

El panorama de desestabilización observable hoy en América Latina y en algunos otros lugares muy sensibles del mundo da para sospechar vehementemente que, si bien con gruesos cambios, volvemos “a las andadas”. Y lo que es peor: que algo o alguien lo viene fabricando.Lo de Bolivia, lamentablemente, fue escrito en estas columnas en diciembre de 2005: “Bolivia Descuartizada”, titulábamos entonces. Y hubimos de reiterarlo en años posteriores. Pero llama poderosamente la atención que los trágicos momentos actuales sean, además de todo lo demás, “actuales”: como si algo o alguien hubiera elegido la fecha. Cosa que, sobre un campo de cultivo bien labrado, puede hacerse. Coincide, casualmente, con el momento “crítico” de las elecciones en los EEUU. Favorece a McCain tal como dijo Putin refiriéndose a los también recientes sucesos de Georgia.Ya en marzo de este año, como quedó demostrado palmariamente, algo o alguien muy poderoso orquestó el ataque de Colombia en Ecuador tratando de provocar un vasto cuando incendiario conflicto en aquella zona norte de América del Sur. Y estuvimos al borde de ese abismo. También hubiera favorecido a McCain porque de lo que se trata, empeñosa y tenazmente, es de asustar al pueblo estadounidense. Tratan de asustarlo quienes viven de la guerra: universidades, industrias del más variadísimo tipo, centros de investigación, burócratas de toda laya muy bien remunerados, intelectuales, artistas, periodistas, medios de prensa, agencias de publicidad, consultorías y asesorías obesas, mercenarios babilónicos y, recién finalmente, altos mandos de las fuerzas armadas y los variopintos servicios de inteligencia. Obviamente: también las empresas (en especial petroleras o necesitadas de cualquier otra materia prima, usufructuarias del botín en caso de ser rapiñado). En reciente columna dijimos:“Después de los sucesos de Kosovo y Georgia, muchos analistas sostienen que “volvimos a la Guerra Fría”. Y leyendo los discursos de ambos candidatos a la Presidencia de los Estados Unidos (para no hablar más de Bush) es forzoso reconocer que en materia de política exterior son muy parecidos: en ambos resuenan tambores guerreros.Para el caso de América Latina parecería que pasado un período de “calma” y recuperación democrática volvemos lamentablemente a lo mismo: como si algo o alguien haya dicho quién sabe dónde: “¡Se acabó el recreo!”Por entre la crisis de Georgia, la OTAN y los EEUU meten, con la vista gorda de Turquía, buques de guerra en el Mar Negro. Algo que si además agregamos la delicada situación de Rusia con Ucrania en esas mismas costas, se pareció mucho a otra provocación. Rusia contestó reconociendo la independencia de los países escindidos de Georgia, manteniendo su flota y su ejército en aquellas playas y tierras y enviando al Caribe (dice que a Venezuela), como para subir la apuesta, dos bombarderos supersónicos y, pronto, una flotilla de guerra. Hace no mucho EEUU nos comunicó que reactivaba su IV Flota destinada a desplegarse en el Atlántico Sur, pero hace días Sarkozy que últimamente tanto ha corrido por el mundo apagando incendios, firmó un importantísimo, sorpresivo y vertiginoso acuerdo militar con Lula para la fabricación en Brasil de aviones Mirage, submarinos atómicos, blindados…Horas después, como quien dice ayer, Cristina Kirtchner, invitada muy especial a la conmemoración de la Independencia de Brasil, firmó un vasto campo de acuerdos; entre ellos la fabricación conjunta de armamento y la construcción de unos doscientos buques para el transporte de la nueva riqueza petrolera de Brasil que, vaya casualidad, entró en producción concreta casi al mismo tiempo dando lugar a otra fiesta y a imponentes maniobras militares anfibias en dicha zona. De las más grandes que haya hecho ese país. Entonces, casi todo al mismo tiempo, el diario argentino Clarín realizó un jugoso reportaje a Lula quien ante acuciantes preguntas acerca de si la principal hipótesis de conflicto es con los EEUU, el obrero metalúrgico que condujo a Brasil a su hora más gloriosa y “mágica”, contestó que dio la casualidad de que cuando Brasil descubrió este nuevo petróleo que lo transforma en una potencia también petrolera (y le da el empujón final para que se incorpore al “club” de las grandes potencias sin más), EEUU decidió reactivar su IV Flota…”Hace pocos días, Kissinger se quejó de que se esté “desperdiciando”, por errores estadounidenses, la magnífica oportunidad de aliarse estratégicamente con Rusia luego del derrumbe del Campo Socialista (ver Clarín del 13/7/08).Una de las causas de tales errores reiterados y a veces garrafales según él, radicó en seguir usando las categorías y hasta los “reflejos” estratégicos de la terminada Guerra Fría con lo que a la postre se llegó, fatalmente, a instalarla nuevamente, provocando a Rusia. Esto último es una glosa de la citada columna de Kissinger cuyo contenido está a disposición de los lectores en Internet.Nosotros creemos que más allá o más acá de lo dicho por este actual asesor y amigo de McCain, es observable fácilmente y a simple vista que, efectivamente, estamos ante eso y que por ende tanto EEUU como Rusia buscan hoy, afanosamente, reconstruir sus viejas alianzas de la Guerra Fría.Pero creemos también que las cosas han cambiado porque el mundo ha cambiado. Y por eso ambos, tal vez, se equivocan. Y se equivocan mucho.Desconocen la situación de los EEUU, muy “molida” y “apaleada” económica, militar y financieramente, que nada tiene que ver con su hegemonía de 1948 o con la de 1989. Desconocen que la Unión Europea existe y que también existen China, India, Brasil y otros “personajes” ineludibles en la escena del 2008.Esos nuevos “ingrediente” cambian la “fórmula”. O pueden cambiarla mucho. Lo estamos viendo, por ejemplo, en la tan reciente reunión de la UNASUR.Creemos que, hoy por hoy, ni Rusia, ni los EEUU, están en condiciones de repartirse, como otrora, el mundo. Tal aspiración descabellada es, por eso, patética. Creen seguir siendo lo que fueron sin darse cuenta –como dice el tango- del dolor de ya no ser. El patetismo, invento de la dramaturgia, es eso. Por ejemplo, ver en la escena a un Rey Glorioso, en harapos, pidiendo limosna y desafiando al mundo.Patético es ver, leer y oír en Uruguay a estólidos militantes de anticuario, volviendo a formar en uno, cualquiera, de los dos viejos bandos. Se “activan” viejas amistades, influencias, contactos, comisiones, agencias, servicios y, haciendo caso omiso de la realidad, se pasa a formar fila disciplinada e incondicionalmente.

Reconozcamos que un planeta dividido en dos es confortante, cómodo, fácil. No hay, ni tan siquiera, que pensar. Nosotros, como nos negamos ayer, nos negamos hoy a esa trampa. Y alertamos al respecto.

ELEUTERIO FERNÁNDEZ HUIDOBRO.

Fuente: Artículo del senador Eleuterio Fernández Huidobro en la edición del jueves 18 de setiembre de 2008 en el diario La República.