En el marco del programa curricular de 4to año de Enseñanza Secundaria, Dibujo, se plantea expresamente arribar a un proyecto que incluya los contenidos desarrollados en el transcurso del año lectivo. Fue orientado por el Profesor de tal manera de que el estudio de los volúmenes practicados a mano alzada en el año anterior y vinculado con la línea de horizonte, bajo la misma o sobre, llevara este año al estudio de axonometrías- isometrías y perspectiva caballera, que condujo a esa búsqueda de la profundidad en el
plano. Es así que llegamos a mitad de año planteándonos realizar un mural cubriendo el espacio total de la clase, como se puede observar en estas primeras imágenes.
Fue entonces que se orientó el trabajo sobre la búsqueda de imágenes que desde el Renacimiento hasta hoy, nos ubicaran es esa afanosa intencionalidad de encontrar y representar en un plano, donde sólo se “ve” largo y ancho, el ir a la profundidad. La fotorafía claramente capta este fenómeno visual hoy. Los estudios de Leonardo y de Masaccio se orientaron en esa línea, éste último con su famosa máquina.
Con Rembrandt y su “La lección de anatomía del doctor Juan Deyman” del año 1656, se quizo estudiar como está planteada claramente esa intención, esa búsqueda de la profundidad. Este fue el primer desafío planteado en los muros de la pared. No seguimos la técnica de la cuadrícula para ampliar la imagen, porque por sobre todas las cosas lo que nos interesaba era recuperar la idea e intentar el desafío de lograr esa imagen.
En la siguiente propuesta fuimos al Renacimiento propiamente, ya que abordamos a Geertgen Tot Sint Jans con “La familia de Cristo”, con el mismo objetivo de ir a la profundidad planteada con el manejo de líneas de fuga, el juego con las columnas y la mesa del fondo. Tampoco nos estaba interesando representar el conjunto de imágenes de la reproducción, se tomaron pocas, pero con la intención de reconstruir la idea original.
En otra parte del muro, se abordó la afamada “Mona Lisa” de Leonardo, donde la preocupación para lograr la profundidad estuvo centrada en “apastelar” el fondo, diluirlo con luminosidad frente a la imagen en primer plano con tonalidades firmes, pigmentos puros o con tendencia hacia el negro. Ese contraste iba a generar esa necesaria separación y logro de distancias.
Posteriormente se fue planteando los volúmenes a partir de una línea de horizonte, para inmediatamente llegar a la pared que linda con el patio exterior, y recrear allí un paisaje saliendo de la clase y que llegue al lago, enmarcado o rodeado de árboles, con una fuerte luminosidad al fondo y manejando líneas de fuga.
Fuente: Jorge Iannandrea. Profesor de Dibujo y Educación Visual y Plástica en Liceo Palmar (Soriano).
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