La organización no gubernamental Arcoiris se encuentra abocada a erradicar el uso del castigo físico con fines disciplinarios. Si bien desde el año pasado se aprobó una ley que prohíbe la violencia «leve», en nuestra sociedad tiene un grado alto de aceptación, según consta en una nota del diario la República con fecha 27 de julio de 2008 y con la firma de Genoveva Malcuori.|

Los hábitos en una sociedad no cambian de un día para otro. Son progresivos, más aún al tratarse de una costumbre socialmente aceptada y al existir gran resistencia en la ciudadanía. Si bien está prohibida por ley, la aplicación de la «palmadita», «pellizcón», «tiradita de pelo» y el «trato humillante» hacia los niños «son costumbres muy arraigadas en nuestra sociedad», explicó Gabriel Rebollo, coordinador general de la ONG Arcoiris, que desde hace tres años trabaja el tema.

Proceso educativo

Arcoiris lleva a cabo diversas actividades para generar cambios de comportamiento, que implican el involucramiento de agentes de cambio social y a la propia sociedad. Una importante experiencia realizada fue la capacitación de personal técnico y no técnico de los Centros Caif. Las instituciones mencionadas forman parte de una política pública en la cual se trabaja con niños de 0 a 4 años y sus familiares, que viven en zonas de vulnerabilidad por las condiciones socioeconómica y culturales que los rodea.«Buscamos capacitar a las personas que mantienen contacto con gente que tiene muy incorporado este tipo de conductas», comentó el coordinador del programa. «Además reparamos en el trabajo con los propios funcionarios de los Caif, porque algunas veces ellos también dan un margen de tolerancia a este tipo de actitudes», agregó.Durante la capacitación se incentivó la reflexión sobre el tema y se aportaron herramientas para un abordaje apropiado de la situación. El objetivo fue que una vez incorporadas las pautas de comportamiento, éstas se promocionaran entre los chicos que asisten a los centros y sus padres.

Resultados

El integrante de Arcoiris planteó que el proyecto de capacitar e informar a los funcionarios de los centros, resultó «muy positivo», aunque reconoció que no todos mantienen preocupación por erradicar este tipo de actitudes, que implican agresiones no sólo físicas, sino también psicológicas.Por otra parte, la difusión y promoción de acciones que permiten reducir los comportamientos violentos para la crianza entre los familiares de los chicos, no tuvo el alcance esperado. «El resultado no fue tan bueno como esperábamos porque no se abordó el tema con las familias, aunque hay un número importante de centros en los que sí se hizo», reflexionó Rebollo. Pero se manifestó optimista al decir que es un «proceso lento» y lo importante es dar las «herramientas apropiadas» para abordar el tema.

Hecha la ley…

Desde el año pasado, el Código del Niño establece la prohibición de aplicación de prácticas violentas para la crianza y educación de los chicos, hecho que antiguamente, de alguna manera, estaba amparado por la normativa nacional.El cambio legal ya se efectuó en noviembre de 2007, Uruguay fue el primer país en prohibir el castigo físico. Luego siguieron Chile y Venezuela y el resto de los países está en tratativas.Pero la modificación de la ley no siempre va acompañada de cambios en el comportamiento humano, que la mayoría de las veces se hace en forma mecanizada y hasta inconsciente.

Fuente: La República. http://www.larepublica.com.uy