Bajo el título «A la mañana siguiente» compartimos la opinión de Jorge Aniceto Molinari en este caso dando su opinión sobre el futuro de la Caja Bancaria. Molinari es el Delegado de los Jubilados ante el Consejo Honorario de la Caja Bancaria.
«A nuestro General Liber Seregni, le gustaba en cada uno de sus actos planificar para el futuro.
Es lo primero que se me viene a la mente ante la reiterada pregunta que nos formulan sobre la resolución de la Mesa Política del Frente Amplio y el futuro de nuestra Caja Bancaria.
Tiene un enorme valor, es el peso de una conducta del gremio bancario frente al sistema financiero, pensando siempre como parte integrante del pueblo al que pertenecemos.
Dos ideas se abrieron paso fundamentalmente por la tarea de nuestros compañeros, (de todos nuestros compañeros) la ampliación del campo afiliatorio, y la idea de que los impuestos deben tender a aplicarse sobre la actividad financiera.
Hemos dicho: en lo complicado de la situación actual de la seguridad social, lo de la Caja es relativamente sencillo, es devolver parte de los impuestos que salen del colectivo para subsidiar la Caja. Y está claro que no descartamos nada, pero la solución está en profundizar el camino que unánimemente aprobó la Mesa Política.
Para un gremio no es pecado aceptar una mala solución, siempre y cuando abra una perspectiva de futuro. En el gobierno de Jorge Batlle, propiciamos volcar un impuesto que se nos aplicaba como a todo el mundo injustamente, -cuando este fue levantado con fines electorales-, se volcara para que la Caja subsistiera hasta el nuevo gobierno.
Si es pecado aceptar impuestos sin exigir la contra partida de una perspectiva en beneficio de la gente.- Que es eso lo que tememos este ocurriendo hoy.
Por eso nuestro beneplácito por la resolución de la Mesa Política. Es un buen inicio, y en ella se volvieron a valorar compañeros que operan a ese nivel.
Ahora le toca a AEBU seguir jugando su rol en la negociación, pero fundamentalmente en agrandar la mira, hacia el conjunto del sistema financiero, que aún no ha resuelto ninguno de sus problemas estructurales. Y además por que el Estado sigue prescindiendo de los controles, para que la economía este al servicio de la gente, y no la gente al servicio de los números de la economía, como hoy ocurre».