Uruguay pretenderá ser sede del Mundial de Fútbol del 2030, cuando se cumplan 100 años del primer certamen mundial y del cual Uruguay fue primer campeón. La idea fue propuesta por la Intendencia de Montevideo al Gobierno de Buenos Aires y contempla la posibilidad de crear una organización uruguayo-argentina para el Mundial de Fútbol 2030, según dijo Gabriel Weiss, Presidente de la Junta Departamental de Montevideo.

El titular del Deliberativo comunal capitalino se reunió con el Presidente de la República, Tabaré Vázquez, para replantearle la posible co-organización uruguayo-argentina del Mundial de Fútbol 2030, en función del centenario que se cumplirá del primer evento mundial de estas características cuya sede única fue Montevideo.

Las gestiones comenzaron en el año 2005, cuando la propia Junta, hizo pública la propuesta a la Intendencia de Montevideo. Posteriormente comenzaron los contactos con el Gobierno de Buenos Aires, que recibió positivamente la iniciativa.

Weiss explicó que Vázquez expresó su beneplácito por este proyecto y le recordó que él mismo había oficializado la intención, en ocasión de la visita del Presidente de la FIFA, Joseph Blatter a nuestro país.

Asimismo, el Titular de la Junta ya solicitó una entrevista a la Asociación Uruguaya de Fútbol y comenzó los contactos con empresarios uruguayos y argentinos.

Weiss, anunció que cruzarán a la vecina orilla y conversarán con las autoridades del Gobierno argentino, de la Gobernación de Buenos Aires y de la Asociación de Fútbol de Argentina, así como con las demás autoridades de la Confederación Sudamericana y las distintas Asociaciones de Fútbol de Sudamérica a efectos de que este planteo tenga un componente más sólido.

«Sería importante plantearnos esta utopía, este sueño que hace que nuestro país tenga en su horizonte la posibilidad de vivir una aventura colectiva, de esas que valen la pena», dijo Weiss quien agregó que «muchas veces la gente se va de Uruguay, no sólo por problemas económicos», sino por ciertas características que pueden hacer aparecer al país como «gris y aburrido».