Tres uruguayos y dos extranjeros –entre ellos un argentino- pretendieron realizar una multimillonaria estafa contra el Estado uruguayo. La maniobra fue advertida a tiempo por la policía y por un diputado de la izquierda. El monto de la estafa ascendía a unos 6.050 millones de Euros. El procedimiento consistía en la instalación en Uruguay de un llamado “frigorífico inteligente” para lo cual los falsos empresarios proponían que el gobierno emitiera una serie de bonos para el desarrollo del emprendimiento.
En abril del 2006 los falsos inversores, liderados por un ciudadano argentino, presentaron un proyecto de emprendimiento productivo para el desarrollo de un «frigorífico inteligente».
El representante de ese grupo aseguró que contaba con un financiamiento internacional de US$ 40 millones por lo cual dijo que era «urgente» que se declarara de “interés nacional” la supuesta inversión, la que en un principio podría extenderse a US$ 1.000 millones hasta llegar a los 6.050 millones de Euros.
Pero el diputado izquierdista Heber Clavijo sospechó que se trataba de una maniobra fraudulenta cuando “los prestamistas no eran los que ponían las condiciones de pago, sino que era el destinatario el que establecía todas las condiciones y el banco las aceptaba”.
Además –dijo- ese “frigorífico inteligente, que utilizaría tecnología de última generación y que estaría ubicado en el departamento de Canelones, proponía crear más cargos de trabajo que los necesarios; es decir, era a todas luces un proyecto inviable”.
El parlamentario uruguayo realizó consultas en el marco de un convenio que Uruguay suscribió con el Reino Unido para la prevención de delitos complejos y pudo constatar que se estaba ante la presencia de una tentativa de estafa contra el Estado uruguayo.
Ahora, los “empresarios” responsables de la “multimillonaria inversión” están en manos del juzgado Penal de 7º Turno.