El fenómeno de la emigración que en mayor o menor medida viven casi todos los países de Iberoamérica tiene «efectos preocupantes» sobre los niños y los adolescentes que abandonan sus países. Esos efectos van «desde desarraigo, problemas económicos, de educación, culturales y sanitarios», entre otros.
Así lo afirmó este viernes 6 de octubre en Uruguay el subdirector general de Infancia del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales español, Alfonso Marina.
El funcionario representó a su país en la inauguración de la VIII Conferencia Iberoamericana de Ministros y Altos Responsables de Infancia y Adolescencia que se celebra en Montevideo.
En la reunión se analiza como tema central el de «La migración y sus efectos sobre los derechos de los niños y adolescentes».
El objetivo del encuentro es estudiar la realidad de los países emisores y receptores de emigrantes para elevar algunas recomendaciones a la XVI Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno que se celebrará en Montevideo entre el 3 y el 5 de noviembre.
«Uno de los retos que enfrentamos es como hacer compatible el creciente fenómeno de la emigración con los derechos de los niños y adolescentes», señaló.
El funcionario español destacó que muchas veces el fenómeno de la emigración es aprovechado por mafias para «el tráfico ilegal del personas, el trabajo infantil o la explotación sexual».
Los países de Iberoamérica «tenemos que dar una lucha fuerte y unidos contar esos fenómenos y la defensa de los derechos de los menores», agregó.
En la reunión de ministros se analiza, entre otros temas: Migración y remesas: oportunidades y riesgos para niños y adolescentes. Planes nacionales para la prevención y la erradicación del trabajo infantil.
Las deliberaciones fueron inauguradas por el ministro uruguayo de Educación y Cultura, Jorge Brovetto, que destacó el «fuerte compromiso» de su gobierno «en la lucha contra la pobreza infantil».
Brovetto dijo que el 50 por ciento de los niños que nace en Uruguay está por debajo de la línea de pobreza.
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