Un uruguayo juzgado en España por distribución de pornografía infantil a través de Internet, declaró hoy que lo hizo «por amor» a un hombre que conoció por chat.
Se trata del uruguayo Pablo Antonio J.R.S., de 64 años. Pablo Antonio declaró que «sólo bajó fotografías de menores de la red, porque eran un regalo» para el usuario con el que mantuvo una relación en un «chat» durante seis meses.
El procesado confirmó que envió videos y fotografías pornográficas de menores, «bajados de diversas páginas de internet», pero añadió que lo hizo porque comenzó una relación con un usuario de Vigo, que «me pedía que le enviara fotografías de niños, que le gustaban».
«Yo le dije, desde el principio, que el sexo con menores no me interesaba, pero él insistía y la única manera que tenía para mantener mi contacto con ese usuario, llamado ´Juan´ era enviarle, de vez en cuando, alguna imagen de ese tipo».
El acusado también reconoció que le ofreció al usuario «Juan» la posibilidad de entrar en los foros, ´Sexo Tabú´ y ´La gran familia´, «donde diversas personas quedan y practican sexo con menores e incluso con niños de su propia familia».
El ciudadano uruguayo confesó que él estaba dentro de las listas de usuarios de estas páginas, «porque era la única manera de poder entrar, aunque añadió que «nunca participé en ninguna de sus reuniones ni intercambié fotos de menores con ellos. De hecho, ninguna de las fotografías que envié al usuario Juan fueron hechas por mí».
Por su parte, el agente que contactó con Pablo Antonio por la red reconoció que fue un tercer usuario de Internet quien le puso sobre la pista del acusado y «me dijo que Federico, como se llamaba este hombre en la red, distribuía imágenes de menores».
El agente añadió que estuvo «varios días intentando contactar con él» y que cuando lo consiguió, «él me confirmó que le gustaban este tipo de imágenes y prometió enviarme alguna».
«Juan» realmente era un Guardia Civil de Tráfico que, al conocer esta situación la denunció ante sus superiores que pusieron en marcha un dispositivo de seguimiento del usuario «Federico».
Pablo Antonio, durante el juicio negó que «en ningún momento le haya dicho que me gusta el sexo con niños, como está en las grabaciones. Yo nunca le pedí una sola fotografía» sino todo lo contrario, «era él quien me las pedía y yo, para no perderlo, se las enviaba, porque me había enamorado de él».
De hecho, dijo, los primeros contactos entre ambos usuarios no quedaron registrados, porque «él me llamaba a mí «mi niño» y yo a él «papito» y así estuvimos mucho tiempo contactando por el «chat», y al final me decidí a venir a España», dijo.
Pablo Antonio declaró que le había propuesto regalarle por Navidad varios CD con fotos que había bajado de la red, «él me dijo que no, así que cuando vine a Vigo en enero, se las traje y esas fueron las fotografías que me incautaron».
El acusado negó que tuviera intención alguna de acostarse con la hija de una amiga del usuario Juan, aunque «él me lo propuso» y afirmó que «sólo vine a España para estar con él, porque estaba enamorado de él y los CD eran un regalo de mi amor».
El fiscal modificó su petición de condena y presentó dos acusaciones, una en la que pide 16 años por dos delitos continuados de posesión y distribución de pornografía infantil y otra en la que solicita más de 900 años de cárcel por cerca de un centenar de delitos relacionados con esta distribución de pornografía.
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