El Presidente Tabaré Vázquez reiteró el respeto del Gobierno a la laicidad y a la libertad de cultos religiosos.
Vázquez expresó que el vocablo «laicidad», como la palabra «laicismo» derivan de la expresión «laico», y analizó detalladamente estos conceptos, que son parecidos pero no iguales –dijo-, apoyándose en sus expresiones del 14 de julio de 2005 cuando visitara la Sede de la gran logia de la Masonería del Uruguay.
El Primer Mandatario hizo estas puntualizaciones en el marco de una disertación denominada «Concepto Auténtico de la Laicidad» en la Sala «Dr. Aquiles Lanza» de la Intendencia de Montevideo, en un evento organizado por el Departamento Pastoral Social de la Conferencia Episcopal del Uruguay y el Centro de Estudio y Difusión de la Doctrina Social-Cristiana (CEDIDOSC).
Vázquez expresó que la laicidad es un marco de relación en el cual los ciudadanos pueden entenderlo desde la diversidad pero en igualdad. Hay que pensar y actuar libremente, sin prejuicios ni condicionamientos. «Triste época la nuestra donde es más fácil desintegrar un átomo que acabar con un prejuicio», dijo.
La Laicidad es un espacio de encuentro sobre bases de libertad, tolerancia e igualdad, lo que constituye un marco de convivencia sustancialmente democrático, agregó.
Vázquez destacó la importancia del respeto mutuo y a las mismas reglas, asumiendo que no hay igualdad sin pluralidad y sin el compromiso para que todos tengan la oportunidad de construir su propia vida, y coadyuvar al bien común en libertad y con razón.
El Presidente se mostró abierto al debate ciudadano sobre el tema, como fundamento para la construcción democrática de la Nación.
«La laicidad hunde sus raíces en el derecho que todos los seres humanos tenemos al dudar de todo, a vivir la desafiante angustia de la incertidumbre, a buscar respuestas que disipen esas dudas y a elegir con la razón entre esas respuestas la que nos parece lo mejor, aunque nos equivoquemos, porque equivocarse es –sin duda- una condición humana», enfatizó el Mandatario.