Bajo el título El terrorismo mediático, «los trabajadores del INAU, nucleados en la Agrupación Sindical «27 de Setiembre», nos dirigimos al gremio y a la opinión pública para expresar nuestro más profundo rechazo al programa sobre Colonia Berro emitido por Zona Urbana en Canal 10, el miércoles 8 del corriente.
Repudiamos los contenidos, la tergiversación y la manipulación de la información allí vertida, en razón de lo siguiente:
1) Una vez más, asistimos indignados al manejo inescrupuloso de un medio de comunicación masiva, que haciendo uso y abuso de su poder, busca transformar la tragedia y el sufrimiento de los excluidos en un espectáculo circense, con el objetivo confeso de aumentar su ranking, al tiempo que aporta grueso en la campaña de miedo e inseguridad ciudadana que cotidianamente bombardea a nuestra población desde otros ámbitos.
2) Con total falta de preparación para abordar seriamente un tema complejo, los tres periodistas juegan alegremente con el dolor ajeno, apostando al «aquí no cambia nada». Apoyándose en un pensamiento lineal e ignorando la historia no muy lejana (deberían conocer obligatoriamente el informe que la Organización Mundial Contra la Tortura realizara sobre la Colonia Berro en el año 2004 o recordar los honestos planteos del ex Ministro Guzmán, durante su comparecencia parlamentaria en el mismo período), los mencionados «profesionales de la comunicación» caen en un análisis reduccionista de la situación que se vive hoy en la Colonia Berro, revelando el desconocimiento de la problemática de los jóvenes en situación de conflicto con la ley y la violencia intrínseca a cualquier sistema de privación de libertad
3) Sin reparar en consecuencias, durante todo el programa se dedican a violar impunemente derechos de jóvenes y trabajadores. Ejemplo de esto es la estigmatización e identificación de jóvenes, situación expresa y claramente prohibida por el Código de la Niñez y Adolescencia. En el mismo sentido, señalamos la culpabilización de jóvenes sin sentencia y lo que a nuestro juicio es más grave, el intento aberrante de construir «monstruos sociales», reforzando el viejo concepto de joven-pobre-peligroso. Nuevos «Cachos» y «Pelados» paridos por Zona Urbana.
4)Agregamos la repudiable utilización y el manoseo directo e indirecto de trabajadores, exponiendo situaciones de vulnerabilidad (como la situación del trabajador que confiesa su padecimiento psiquiátrico), o cayendo en acusaciones y difamaciones, dando por hecho situaciones que están en proceso de investigación y apelando a las peores prácticas fascistas de asociar la presunta filiación partidaria con el comportamiento laboral. Los trabajadores –a diferencia de los Señores de Zona Urbana- reclamamos siempre la investigación de cualquier situación irregular, aguardando el resultado para establecer juicios. Creíamos que en este país, aunque se trate de un jóven o un trabajador, todo ciudadano es inocente hasta que se demuestre lo contrario.
5) Rechazamos tajantemente la pretendida subestimación realizada sobre los compañeros de reciente ingreso para tareas de contención. Es notorio que el o los informantes de Zona Urbana, desconocen realmente las características y capacidades de estos trabajadores. En el caso de los niños y adolescentes privados de libertad, la tensión permanente está entre el dispositivo de seguridad que garantice el cumplimiento de la pena y por otro lado la organización de la vida cotidiana en condiciones de garantías de derechos. Esto supone una reconversión Institucional de cambios en los modelos de autoridad en la privación de libertad. Parecen ignorar que estamos en una etapa de transición y que no se puede desmontar de un plumazo un dispositivo de seguridad. Como agrupación estamos comprometidos y apoyamos los procesos de cambios en los perfiles del personal que está ingresando al INAU. Es la primera vez que en los llamados a concurso de ingreso de educadores, se prioriza la formación, a fin de que puedan manejarse en la tarea cotidiana con una propuesta educativa y con capacidad de planificar y manejar los conflictos de otra forma. También esta cambiando el perfil de los nuevos funcionarios ingresados para cumplir la contención, buscando que el modelo de autoridad y seguridad esté centrado en otra forma de trabajo.
6) Nos preocupa también la ambigua participación en el Programa de un Defensor de Oficio, que parece confundir su rol y obligaciones profesionales, con su subjetividad
7) El Programa, en todo su desarrollo, se realiza en clave de la perimida Doctrina de la situación irregular, No nos asombran las prácticas periodísticas sensacionalistas, ni las intenciones políticas que las animan. Sí nos preocupa que en este país -que hace 16 años aprobó la Convención sobre los Derechos del Niño y en el 2004 el nuevo Código de la Niñez y Adolescencia-se sigan generando desde algunos medios de comunicación mensajes que contradicen los principios fundamentales de los mismos, como debería ser el más absoluto respeto por la dignidad humana de las personas menores de 18años, su no discriminación o la preservación de su identidad
8) Mientras estos medios construyen una imagen que calza perfectamente en el clima y las intenciones de algunos sectores políticos, los trabajadores del INAU quedamos atrapados en esta red, y lo que es mucho peor, quedan también cientos de niños, niñas y adolescentes que no tienen voz ni voto.
9) Lamentamos no haber podido -durante la participación concedida en el programa a nuestro sindicato- aprovechar la instancia aportando otros insumos para un debate que toda la sociedad tiene pendiente. Desde siempre hemos luchado en defensa de nuestros derechos como trabajadores y por mejores condiciones de trabajo Esa es la razón de ser de cualquier sindicato. Pero también nos hemos identificado en la lucha por la defensa de los derechos humanos y los derechos del niño, desde las diferentes formas que el Instituto se ha dado, sea Consejo del Niño, INAME o INAU y nuestro compromiso militante nos debería agregar una mayor responsabilidad en nuestra condición de trabajadores del Estado y en particular del INAU. Esto implica que nuestro salario proviene de los dineros de todo el pueblo y por otro lado, que trabajamos con personas, sujetos de derecho. Por eso, cuando decidimos alguna medida o acción sindical, debemos ser extremadamente cuidadosos, ya que la defensa de nuestros intereses no puede volverse jamás en contra de los derechos de las personas con las que trabajamos.
10) Entre estas personas están los jóvenes que llegan a la Colonia Berro; no precisamente por robar libros, películas, obras de teatro, plazas de juegos… es que quizás aún no saben cuanto lo necesitan, es que a ellos ya se les ha robado primero, la oportunidad de pertenecer, de tener un lugar, un espacio en nuestra cultura. La oportunidad de jugar, leer, pertenecer.
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