Mientras en Uruguay hay optimismo ante la decisión judicial de la Corte Internacional de La Haya que se espera para el próximo jueves 13 de julio, en Argentina algunos ambientalistas podrían resistirla en caso de ser negativa. Por otro lado, algunos jerarcas del gobierno argentino entienden que se debería ahora transitar la vía diplomática para saldar el diferendo. Mientras tanto, el Sunca decide el lunes 10 si el paro en la empresa de celulosa Botnia se levanta.
En Argentina comienzan a hacerse elucubraciones ante una posible decisión judicial adversa a sus intereses, en el marco del conflicto por la instalación de las plantas de celulosa en Fray Bentos.
La primera medida que maneja el gobierno argentino es la apelación aunque el fallo de la Corte de La Haya es inapelable, mientras los ambientalistas entrerrianos van más lejos en sus pretensiones. Algunos integrantes de la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú plantean resistir el fallo.
El ambientalista Gustavo Rivollier amenazó: «espero que el gobierno no necesite que cortemos una ruta para seguir adelante. La palabra del Presidente fue que esto es una causa nacional por eso esperamos que recurra el pedido motu proprio .
El ambiente en Uruguay en tanto es completamente distinto. El Ministerio de Relaciones Exteriores espera «con moderado optimismo» el fallo de la Corte Internacional de Justicia. A su vez recordó que los fallos del tribunal son inapelables, lo que plantea la duda de cuáles son las posibilidades que tiene el gobierno argentino de impugnarlo.
En la planta de Botnia, en tanto, el paro continuará al menos hasta el lunes 10 de julio. Una asamblea de los obreros de la construcción analizó una propuesta de la empresa, según informó una radio de la localidad de Fray Bentos, departamento de Río Negro, para trasladar al capataz cuestionado por el Sunca, luego los accidentes de trabajo ya conocidos y cuya responsabilidad recayó sobre la empresa privada contratada por la empresa Botnia.